31 agosto 2008
(gracias Pablo Simón)
Zoncera N° 32
IV) Fuerzas vivas
Esta zoncera consiste en considerar sólo como vivas a determinadas expresiones económicas del país, como si su dinámica dependiese exclusivamente de ellas. Así en principio son fuerzas vivas solamente los empresarios. No lo son ni los sindicatos, ni las Fuerzas Armadas, ni los clubes deportivos, tampoco los hombres aisladamente. A fuerza de repetir esta zoncera el país nos parece compuesto de los sectores: el activo, que es el que constituye las fuerzas vivas, y el pasivo, que por no formar parte de ellas es sólo un recipiente de la actividad de éstas. De ahí surge una sobreestimación del capital y una subestimación del trabajo, es decir, del dinero y el hombre respectivamente.
Además, la expresión fuerzas vivas despersonaliza a sus componentes. Pronto las fuerzas vivas dejan de ser los intereses en sí para identificarse con sus representantes, de donde los "ejecutivos" son las fuerzas vivas exclusivamente. Así aparecen los vivos de las fuerzas.
Casi creía que éstas eran las "fuerzas vivas", hasta que una conversación con un chofer de taxímetro me creó la perplejidad que transmito al lector.
Esto ocurrió recientemente, en marzo. Al poco rato de ascender al coche y ante la primera dificultad del tránsito, el chofer se volvió hacia mí, diciéndome:
—"¡Qué lástima que vuelvan los veraneantes! No había problema en las calles cuando estaban afuera."
Yo le objeté:
—"La ausencia ha sido principalmente de directores, gerentes, ejecutivos, de fuerzas vivas en una palabra. Los demás veranean cuando pueden, pero no es imprescindible; en cambio los ejecutivos no pueden prescindir de la pigmentación playera. ¡Imagínese un ejecutivo, en marzo y con la piel blanca! Quedaría definitivamente "out".
Y continué:
—"Si mejora el tránsito, en cambio las actividades generales deben paralizarse por la ausencia de los representantes de las fuerzas vivas. ¿No notó usted que Buenos Aires estaba parado, que las fábricas no producían, que los puertos no funcionaban, que no entraba hacienda, que no habían herramientas ... ?"
El chofer me contestó:
—"¡No, nada de eso! Los que tenían que trabajar trabajaban y todas las cosas iban fenómeno, mucho mejor que antes, porque había menos estorbo."
Claro que estas son cosas que le ocurren a un chofer. Pero si uno se pone a sacar punta termina por darse cuenta de que las fuerzas vivas no son tan importantes ni indispensables como ellas hacen creer y que las verdaderas fuerzas vivas son las otras, las que construyen la verdadera vida del país. Lo que pasa es que tanto darnos música, terminamos por confundir retreta con serenata, y músico con "figurante".
27 agosto 2008
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos,
26 agosto 2008
DEL GENIAL Y "FINO" CORTÁZAR
En los departamentos de ahora ya se sabe, el invitado va al baño y los otros siguen hablando de Biafra y de Michel Foucault, pero hay algo en el aire como si todo el mundo quisiera olvidarse de que tiene oídos y al mismo tiempo las orejas se orientan hacia el lugar sagrado que naturalmente en nuestra sociedad encogida está apenas a tres metros del lugar donde se desarrollan estas conversaciones de alto nivel, y es seguro que a pesar de los esfuerzos que hará el invitado ausente para no manifestar sus actividades, y los de los contertulios para activar el volumen del diálogo, en algún momento reverberará uno de esos sordos ruidos que oir se dejan en las circunstancias menos indicadas, o en el mejor de los casos el rasguido patético de un papel higiénico de calidad ordinaria cuando se arranca una hoja del rollo rosa o verde.
Si el invitado que va al baño es Lucas, su horror sólo puede compararse a la intensidad del cólico que lo ha obligado a encerrarse en el ominoso reducto. En ese horor no hay neurosis ni complejos, sino la certidumbre de un comportamiento intestinal recurrente, es decir que todo empezar lo mas bien, suave silencioso, pero ya al final, guardando la misma relación de la pólvora con los perdigones en un cartucho de caza, una detonación mas bien horrenda hará temblar los cepillos de dientes en sus soportes y agitarse la cortina de plástico de la ducha.
Nada puede hacer Lucas para evitarlo; ha probado todos los métodos, tales como inclinarse hasta tocar el suelo con la cabeza, echarse hacia atrás al punto de que los pies rozan la pared de enfrente, ponerse de costado e incluso, recurso supremo, agarrarse las nalgas y separarlas lo más posible para aumentar el diámetro del conducto proceloso. Vana es la multiplicación de silenciadores tales como echarse sobre los muslos todas las toallas al alcance y hasta las salidas de baño de los dueños de casa; prácticamente siempre, al término de lo que hubiera podido ser una agradable transferencia, el pedo final prorrumpe tumultuoso.
Cuando le toca a otro ir al baño, Lucas sufre por él pues está seguro que de un segundo a otro resonar el primer halalí de la ignominia; lo asombra un poco que la gente no parezca preocuparse demasiado por cosas así, aunque es evidente que no están desatentas de lo que ocurre e incluso lo cubren con choques de cucharitas en las tazas y corrimientos de sillones totalmente inmotivados. Cuando no sucede nada, Lucas se siente feliz y pide de inmediato otro coñac, al punto que termina por traicionarse y todo el mundo se da cuenta de que había estado tenso y angustiado mientras la señora de Broggi cumplimentaba sus urgencias. Cuán distinto, piensa Lucas, de la simplicidad de los niños que se acercan a la mejor reunión y anuncian: Mamá, quiero caca. Qué bienaventurado, piensa a continuación Lucas, el poeta anónimo que compuso aquella cuarteta donde se proclama que no hay placer más exquisito / que cagar bien despacito / ni placer más delicado / que despues de haber cagado. Para remontarse a tales alturas ese señor debía estar excento de todo peligro de ventosidad intempestiva o tempestuosa, a menos que el baño de su casa estuviera en el piso de arriba o fuera esa piecita de chapas de zinc separada del rancho por una buena distancia.
Ya instalado en el terreno poético, Lucas se acuerda del verso del Dante en el que los condenados avevan dal cul fatto trombetta, y con esta remisón mental a la más alta cultura se considera un tanto disculpado de meditaciones que poco tienen que ver con lo que está diciendo el doctor Berenstein a propósito
LO QUE LO HACE FELIZ A UNO
Lo que lo hace feliz a uno acaba de pasar al laboratorio otra vez...
Hay muchas más cosas que a uno le hacen bien
Varias de ellas aparecerán por ahí
Walter
JULIO... enormísimo Cronopio
INSTRUCCIONES PARA LLORAR
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y más adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquier otra combinación produciría formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se la hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
QUE SERÍA DE NOSOTROS SIN LAS EFEMÉRIDES?
CONSERVACIÓN DE LOS RECUERDOS
Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas.
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CAZADOR DE CREPÚSCULOS
Si yo fuera cineasta me dedicaría a cazar crepúsculos. Todo lo tengo estudiado menos el capital necesario para el safari, por que un crepúsculo no se deja ver así nomás, quiero decir que a veces empieza con poquita cosa y justo cuando se lo abandona le salen todas las plumas o inversamente es un despilfarro cromático y de golpe se nos queda como un loro enjabonado, y en los casos se supones una cámara con una buena película de color, gastos de viaje y pernoctaciones previas, vigilancias del cielo y elección del horizonte más propicio, cosas nada baratas. De todas maneras, creo que si fuera cineasta me las arreglaría para cazar crepúsculos, en realidad un solo crepúsculo, pero para llegar al crepúsculo definitivo tendría que filmar cuarenta o cincuenta por que si fuera cineasta tendría las mismas exigencias que con la palabra, las mujeres y la geopolítica.
No es así y me consuelo imaginando el crepúsculo ya cazado, durmiendo en su larguísima espiral enlatada. Mi plan: no solamente la caza sino la restitución del crepúsculo a mis semejantes que poco saben de ellos, quiero decir la gente de la ciudad no ve ponerse el sol, si lo ve, detrás del edificio de correos, de los departamentos de enfrente o en un subhorizonte del antenas de televisión y faroles de alumbrado. La película sería muda, o con una banda sonora que registrara solamente los sonidos contemporáneos del crepúsculo filmado, probablemente algún ladrido de perro o zumbidos de moscardones, con suerte alguna campanita de oveja o un golpe de ola si el crepúsculo fuera marino.
Por experiencia y reloj pulsera sé que un buen crepúsculo no va más allá de veinte minutos entre el clímax y el anticlímax, dos cosas a eliminar para dejar tan sólo su lento juego interno, su caleidoscopio de imperceptibles mutaciones; se tendría una película de esas que llaman documentales y que se pasan antes de Brigitte Bardot mientras la gente se va acomodando y mira la pantalla como si todavía estuviera en el ómnibus o en el subte. Mi película tendría una leyenda escrita (acaso una voz en off) dentro de estas líneas: “lo que va a verse es el crepúsculo del 7 de Junio de l976, filmado en X con película M y con cámara fija sin interrupción durante Z minutos. El público queda informado de que fuera del crepúsculo no sucede absolutamente nada, por lo cual se aconseja proceder como si estuviera en casa y hacer lo que se le de la santa gana, por ejemplo, mirar el crepúsculo, darle la espalda hablar con los demás, , pasearse, etc. Lamentamos no poder sugerirle que fume, cosa siempre hermosa a la hora del crepúsculo pero las condiciones medievales de las salas cinematográficas requieren como se sabe la prohibición de este excelente hábito. En cambio no esta vedado tomarse un buen trago del frasquito que del distribuidor de la película vende en el foyer.
Imposible predecir el destino de mi película; la gente va al cine para olvidarse de sí misma, y un crepúsculo tiende precisamente a lo contrario, es la hora en que acaso nos vemos un poco más al desnudo, a mí en todo caso me para, y es penoso y útil; tal vez que otros también aprovechen, nunca se sabe.”
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Si ustedes supieran lo que me costó decidirme.... pero no me quejo: al final he vuelto a leer cosas maravillosas de este tipo.
Por la atención dispensada, muchas gracias. (a.,)
25 agosto 2008
24 agosto 2008
UNA CUARTA... (Gracias Sabina)
Usa mi llave cuando tengas frío,
cuando te deje el cierzo en la estacada,
hazle un corte de mangas al hastío,
ven a verme si estás desencontrada.
No tengo para darte más que huesos
por un tubo y un salmo estilo Apeles
y páginas anémicas de besos
y un cubo de basura con papeles.
Ni me siento culpable de tu lejos,
ni dejo de fruncir los entrecejos
que usurpan de tus ojos la alegría,
si quieres enemigos ya los tienes,
pero si socios buscas ¿cuándo vienes
a repartir conmigo la poesía? "
"CUANDO TENGAS FRÍO" (para la seño)
(no es bueno este tipo?)
Ahora, si me perdonan que me ponga en maestro de Siruela (la "S" no es un error, investiguen) Apeles: (s. IV a.C.). Pintor griego. Las fuentes de la Antigüedad lo mencionan como el pintor más famoso de la Grecia clásica y sin duda debió de ser una figura muy destacada, ya que fue pintor de la corte de Filipo de Macedonia y de su hijo Alejandro Magno, de quien hizo varios retratos. Pero lo que Sabina rescata es que también fue quien acuñó la frase utilizada por todo el mundo: ZAPATERO... A TUS ZAPATOS.
Una más de Sabina y no jodo más:
ME CHUPO EL DEDO
No amortaja la tinta el alfabeto
sino la caja encinta de Pandora,
abona mi locura un chip inquieto,
me apoltrona la usura de la aurora.
Duermo al toque de centinela alerta,
nado sin agua, como entre bebidas,
cambio la cerradura de la puerta
del sol de las desiertas avenidas.
Me destroza el charol de los zapatos,
saco la lengua en los autorretratos
que esboza a mis espaldas el otoño.
Se me saltan las lagrimas de risa,
ruedo despacio porque tengo prisa,
me chupo el dedo cuando sabe a coño.
Hasta mañana. Muchas gracias (a.,)
DISCULPE MI IGNORANCIA
Los dos reyes y los dos laberintos
(La gloria sea con aquel que no muere)
Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mando a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribo sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "Oh, rey del tiempo y sustancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso." Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en la mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con aquel que no muere.
Un Ciego
No sé cuál es la cara que me mira
cuando miro la cara del espejo;
no sé qué anciano acecha en su reflejo
con silenciosa y ya cansada ira.
Lento en mi sombra,
con la mano exploro
mis invisibles rasgos.
Un destello me alcanza.
He vislumbrado tu cabello
que es de ceniza o es aún de oro.
Repito que he perdido solamente
la vana superficie de las cosas.
El consuelo es de Milton y es valiente,
Pero pienso en las letras y en las rosas.
Pienso que si pudiera ver mi cara
sabría quién soy en esta tarde rara.
Es el amor
Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado,
pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes:
el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras
que usó el áspero Norte para cantar sus mares
y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar
de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente,
ya el hombre se levanta a la voz del ave,
ya se han oscurecido los que miran por las ventanas,
pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz,
la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías,
con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
LO DICHO:
"La gloria sea con aquel que no muere"
22 agosto 2008
22 de agosto DÍA DEL FOLKLORE
aunque no soy convidao,
pero en mi pago, un asao
no es de naides y es de todos.
Yo via cantar a mi modo
después que haiga churrasquiao.
No tengo Dios pa pedir
cuartiada en esta ocasión,
ni puedo pedir perdón
si entuavía no hei faltao;
veré cuando haiga acabao;
pero ésa es otra cuestión.
Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
pal rumbo que ya elegí,
pero siempre hei sido ansi;
galopiador contra el viento.
FOLKLORE: Término acuñado por William John Thoms el 22 de agosto de 1846. Asi se llamaba la primera revista de corte científico dedicada al folklore, fue Folklore Record, publicada entre 1878 y 1882 por la Folklore Society de Londres, institución surgida hacia fines de ese siglo.
El Primer Congreso Internacional de Folklore se realizó en la ciudad de Buenos Aires en 1960. A dicho evento, presidido por el argentino Augusto Raúl Cortazar, asistieron representantes de 30 países que instauraron el 22 de agosto como Día del Folklore. El emblema que representa a los folkloristas argentinos - elegido por el Primer Congreso Nacional del Folklore en 1948 - es el árbol, porque el folklore también hunde sus raíces en la tradición, sus ramas representan el pensamiento, el sentido y la imaginación por un lado y la obra de las manos, es decir la creatividad artesanal por el otro. Las escasas hojas representan la juventud primaveral de la ciencia. Las palomas, la unión de lo material con lo espiritual en la amplitud del folklore. El tronco y ramas están envueltas con una banda que dice: Qué y cómo el pueblo piensa, siente, imagina y obra. Este emblema fue ideado por Rafael Jijena Sánchez.
Hasta acá lo académico, pero desde acá una humilde interpretación: ¿qué es el folklore? El mate? Las boleadoras? El apero, el poncho o el chiripá? No: eso es costumbrismo. Folklore es León cantando una canción traducida a no cuántos idiomas y que la gente vocea sin saber que es de Gieco; si, me refiero a Sólo le pido a Dios.
Folklore es Charly cantando por ejemplo “Rasguña las Piedras” (no, no me olvidé de Nito), esa canción que los adolescentes cantan si saber que es del mismo tipo que hn hecho leña los carroñeros de siempre que se aprovechan del árbol caído. Folklore es también don Atahualpa Yupanqui. Es un Víctor Heredia cantando “Todavía Cantamos” y es otro Víctor, ese de más allá de la cordillera cantando “El Cigarrito”.
Será esto lo que se celebra, conmemora o qué se yo en este día Internacional del Folklore y Día del Folklore en Argentina. No lo se, pero me ha dado este motivo de reflexión y me alegra poder compartirlo con Uds..
Hablando de Folklore Internacional, ya que lo mencioné a Víctor Jara y lo cité a Don Atahualpa, les dejo un fragmento libre y arbitrariamente escogido de Florentino y el Diablo (leyenda de la sabana venezolana) de Alberto Alveró Torrealba:
(…)
Noche de fiero chubasco
por la enlutada llanura,
y de encendidas chipolas
que el rancho del peón alumbran.
Adentro suena el capacho,
afuera bate la lluvia;
vena en corazón de cedro
el bordón mana ternura;
no lejos asoma el río
pecho de sabana sucia;
más allá coros errantes,
ventarrón de negra furia,
y mientras teje el joropo
bandoleras amarguras
el rayo a la palma sola
le tira señeras puntas.
Súbito un hombre en la puerta:
indio de grave postura,
ojos negros, pelo negro,
frente dé cálida arruga,
pelo de guama luciente
que con el candil relumbra.
Un golpe de viento guapo
le pone a volar la blusa,
y se le ve jeme y medio
de puñal en la cintura.
Entra callado y se apuesta
para el lado de la música.
Oiga vale, ese es el Diablo.
-La voz por la sala cruza.” (…)
21 agosto 2008
NACE DON FLORENCIO
Para Franco, hijo de Walter, y Alfio, mi hijo
Como nunca luché para dejarte nada más allá del mañana indispensable: una quinta de tierra verde donde corra, quién sabe, un arroyo pensativo; y en esa tierra, un techo simple en el que puedas ocultar la terrible herencia que te dejó tu padre, la insensatez de un corazón constantemente apasionado.
Y porque te hice con mi semen hombre entre los hombres, y te quisiera para siempre esclavo del deber de celar por esa alquería, no porque sea mía, sino porque fue plantada con los frutos de mi más dolorosa poesía.
De la misma forma en que yo, muchas noches, me agaché sobre tu cuna y vertí sobre tu cuerpecito adormecido mis más indefensas lágrimas de amor, y pedí a todas las divinidades que clavasen en mi carne las banderillas hechas para la tuya.
Y porque vivimos tanto tiempo juntos y tanto tiempo separados, y lo que la convivencia creó nunca la ausencia podrá destruir.
Así como creo en tí porque naciste del amor y creciste en la esencia de mí como un árbol dentro de otro, y te alimentaste de mis vísceras, y al hacerte hombre rompiste mi corteza y estiraste los brazos hacia un futuro en el que creí por encima de todo.
Y siendo que reconozco en tus pies los pies del niño que fui un día, frente al mar; y en la aspereza de tus plantas, las grandes piedras que escalé y los altos troncos que subí; y en tus palmas, las quemaduras del Infinito que busqué tocar como un loco.
Porque tu barba viene de mi barba, y tu sexo de mi sexo, y hay en ti la simiente de la muerte creada por mi vida.
Y mi vida, más que ser un templo, es una caverna interminable en cuyo último escondrijo se oculta un tesoro que me fue legado por mi padre, pero que nunca encontré y cuyo descubrimiento ahora te pido.
Como las amplias avenidas de la juventud se transformaron en estas estrechas veredas de la madurez, y el Sol que se pone detrás de mí alarga mi sombra como una saeta en dirección al tenebroso Norte.
Y la Muerte me espera oculta en algún sitio, y no quiero tener miedo de dirigirme a su inesperado encuentro.
Por lo mismo que lloré tantas lágrimas para que no precisaras llorar, sin saber que creaba un mar de llanto en cuyos remolinos también habrías de perderte.
Y amordacé mi boca para que no gritases y cegué mis ojos para que no vieses; y cuánto más amordazado, más gritabas; y cuánto más ciego, más veías.
Porque la poesía fue para mí una mujer cruel en cuyos brazos me dejé estar sin remisión, sin siquiera pedir perdón a todas las mujeres que por ella abandoné.
Y así como sé que toda mi vida fue una lucha para que nadie tuviese que luchar más: así es el canto que te quiero cantar, Pedro, mi hijo...
Un abrazo amoroso para ambos. alfio a.
Vinicius de Moraes
Amigos míos, si durante mi receso
vieran acaso pasar a mi amada
Pidan silencio general. Después
Señalen hacia el infinito. Ella debe ir
Como una sonámbula, envuelta en un hálito
De tristeza, porque sus ojos
solo verán mi ausencia. Ella debe
ser ciega a todo lo que no sea mi amor (ese indecible
Amor que vive encerrado en mí como en una cárcel
Mirando tras su rastro).
Si fuere de tarde, compren y deshojen rosas
a su melancólico paso, y si pudieren
entonen cantus-primus. Que cese totalmente el tránsito
y callen las bocinas de modo que se oiga largamente
el ruido de sus pasos. Ah, amigos míos
junten las manos para rezar y rueguen,
no importa a qué ser o divinidad
por el bienestar de mi gran amada
Durante mi receso, porque su vida
es mi vida, su muerte, mi muerte. Si es posible
suelten palomas blancas en cantidad suficiente para que en torno a ella se haga la suave penumbra que le gusta.
Si cerca hubiere un tocadiscos, pongan el "Nocturno en si bemol" de Chopin; y si acaso se pusiere a llorar,
oh, recójanle las lágrimas en pequeños frascos de ópalo
que deberán enviarme regularmente por valija diplomática.
Amigos míos, hermanos míos
(y todos los que aman mi poesía)
Si por acaso vieren pasar a mi amada
salmodien versos míos. Ella estará sobre una nube
envuelta en un aura de tristeza
el corazón de luz atravesado. Ella es quien
no imaginaba más posible, nacida
de mi desesperación de no encontrarla.
Ella es por quien caminan mis piernas
y para quien fueron hechos mis brazos.
Ella es la que amo en mi tiempo y amaré en la eternidad
–la amada una e indefectible–.
Por eso procedan con discreción pero con eficiencia:
que ella no sienta su camino, y que éste, además,
ofrezca las mayores seguridades. Sin duda sería un gran acierto
si ella no se trasladase del todo, de manera
que evite los peligros inherentes a la ley de gravedad
y el momentum de los cuerpos, y principalmente los debidos
a la falibilidad de los reflejos humanos. Sí, sería extremadamente preferible si se recluyese en una planta baja, en intramuros,
en un ambiente de paz y música. Oh, que evite
sobre todo manejar de noche y estar sujeta a los imprevistos
de la locura de los tiempos. Que se proteja, mi amada
contra los males terribles de esta ausencia
con música y Equanil. Que piense, ahora y siempre,
en mí que lejos de ella vagabundeo
por los jardines nocturnos de la pasión
y de la melancolía. Que se defienda, mi amiga,
contra todo lo que anda, vuela, corre y nada: y que recuerde
que debemos encontrarnos y que por lo tanto
es necesario que estemos íntegros, y ocurre
que los peligros son máximos, y el amor de repente, de tan grande
volvió todo tan frágil, extremadamente, extremadamente frágil.
19 agosto 2008
FLORECIÓ MI DAMASCO
UNA EVOCACIÓN
Corte de Justicia de Mendoza informa al Poder Ejecutivo que ha resuelto aplicar, por primera vez la pena de muerte. Tal "halago" recae en el asesino de la familia Elías.
El gobernador de la provincia resuelve no hacer uso del derecho constitucional de convertir la pena máxima en prisión perpetua.
El primero de septiembre, agotadas todas las instancias legales, Juan Rodríguez es informado de su muerte. De inmediato se lo coloca en capilla, con grillos que le impedían todo movimiento, veinte guardias a la vista y un sacerdote para que lo conforte. Por la ciudad circulaba una hoja escrita por los detractores de la pena de muerte. Gente de toda laya hacía cola frente a la celda número nueve del condenado para verle y desearle suerte. Por la tarde le cebaban mate y le permitieron la noche antes de morir, elegir la cena: pollo al horno, asado de ternera, postre, vino y café. Una cena que el condenado Rodríguez nunca había tenido en toda su vida de bandolero y asesino.
Cuando ya estaban listos los mejores tiradores de la penitenciaría de Mendoza, llega el juez de turno ordenando la detención de la ejecución ya que el gobernador había decidido rever su posición ante el envío de un telegrama del presidente la Nación y la presión popular que a medida que se acercaba la hora se hacía más intensa. Rodríguez sobrevivió, pero las horas de tensión terminaron de alterar sus facultades mentales. Y quien acompañó al asesino en su prisión sin moverse de su lado un momento fue Pedro Ureta, el cuatrero más famoso de Mendoza.
En 1901, la policía de San Rafael se declara impotente para combatir el cuatrerismo que asuela la región. Ureta escapaba una y otra vez del territorio provincial. Iba de Mendoza a Neuquén transportando el producto de sus robos, que, como un Robin Hood de estos lares repartía entre una población cada vez más hambreada y cercada por problemas económicos. Ningún vecino de la zona aceptaba colaborar con los agentes del orden, todos aseguraban que por sus tierras no había pasado aun cuando en muchos casos había buscado refugio en sus casas pero la delación no era parte del estilo de vida de aquellos pobladores que día a día debían luchar con el frío, la nieve, la escasez de alimentos. Pedro Ureta era uno de ellos, como tantos otros se había dedicado al cuatrerismo, harto de las injusticias y del trabajo ni siquiera pagado con vales.
En una de sus huidas es atrapado por las fuerzas mendocinas y, ante los golpes que recibe para que confiese para quien trabaja, se rinde y explica que sus protectores son el gobernador de Neuquén y el jefe de la policía de la misma provincia. Logra escapar, se supone con la ayuda de algunos policías que están de su parte y un año después se juega la vida presentándose en la comisaría para acompañar a su compadre Rodríguez en sus últimas horas. Algunas canciones de entonces los elevan a la categoría de héroe popular y rescatan su sentido de la justicia, su hombría y su coraje para enfrentarse con las corruptas autoridades de empresas extranjeras que explotaban el suelo nacional.
Pedro Ureta era discípulo del famoso gaucho Cubillos, prófugo de la penitenciaría y con la captura recomendada más de una vez. Su zona de influencia era el actual departamento de Las Heras y lo buscaban por robo de animales, lesiones varias y homicidios.
Cubillos como tantos otros que no alcanzaron la fama. Sólo mataba por necesidad y en defensa propia. Estuvo en la comisaría de Las Heras hasta 1894; el comisario, harto de su rebeldía, decidió su traslado a la penitenciaría de la ciudad. El gaucho Cubillos aprovechó la oportunidad, y una vez más se fugó de la justicia. Murió en la miseria, rodeado por paisanos del interior de la provincia que le brindaron un refugio y comida. Pasó su vida huyendo. A tal punto su figura está asociada a la justicia y al pueblo, que en 1926 termina de construirse la sepultura costeada por una suscripción popular y desde entonces a la fecha, siempre hay flores frescas en su tumba y cientos de personas se llegan hasta ella en busca de consuelo, consejo y ayuda.
La leyenda popular les ha dado un lugar en la historia de Mendoza. Quizás sea por que las clases dirigentes no han sabido ofrecer un modelo ético que se iguale con la vocación de Robin Hood de estos cuatreros obligados por las circunstancias y cercados por la realidad.
Firmado por M. Felicitas Jaime y aparecido con el nombre de DOS BANDOLEROS, DOS en el suplemento LA REVISTA DEL DOMINGO del diario HOY, del domingo 14 de Agosto de 1988.
Se hace necesario aquilatar que ese Sr. PEDRO URETA era mi abuelo, del cual tengo un vago recuerdo: A raíz de alguna que otra desavenencia con la abuela, Don Pedro pasaba algunas temporadas en la casa de alguna de sus hijas, una de las cuales era la Pila, es decir, mi madre.
El viejo era riguroso, pero creo recordar –para ser justos– alguna que otra ternura. Pero su severidad se ponía de manifiesto en el momento que mis amigos iban a buscarme para salir a jugar.
Yo tenía que pedir permiso al abuelo. Entonces él buscaba un tarro o un frasco donde había ido guardando los clavos torcidos, usados que encontraba por ahí, sacaba un puñado y lo dejaba en el piso. La condición sine-quanon para dejarme salir era que tenía que enderezar aquel manojo que a mí se me antojaba numerosísimo.
Él no se oponía a que mis amigos me ayudasen. Es más, con en tiempo comprendí la lección escondida detrás de aquel gesto: la solidaridad, la ayuda mutua.
Como evocación adicional podría agregar la imagen de una barra de chicos (El Petiso, el Querubín, el Pelado, y alguno que otro de merecida recordación) con la cola para arriba, munidos de martillos que algunos habían ido a buscar a sus casas, otros con piedras más grandes que sus manos, dándose golpes en los dedos tratando de enderezar los clavos de la tarea encomendada a uno de ellos, en este caso a mí. Pero no estoy seguro si ese recuerdo es tal o un mero producto de la nostalgia de aquella niñez en la vieja casa de la calle Olascoaga al setecientos cuando todavía era de tierra y en "la Mitre" a esa altura subsistían los carolinos y el pavimento era angosto.
Permítaseme firmar con mi nombre y mis dos apellidos, entonces.
17 agosto 2008
Éscribió el General San Martín
16 agosto 2008
15 agosto 2008
sobre Caetano Veloso y Jorge de Capadócia
http://es.youtube.com/watch?v=WWfw6dhU8JY&feature=related
Por la atención dispensada, muchas gracias. a.,
Sir Walter Scott nacido un 15/08
"He who forgets his own history is condemned to repeat it"
o sea:
"Él que se olvida de su propia historia está condenado a repetirla"
No se pierdan esta oración a San Jorge de Capodícia. Una oración cantada por CAETANO VELOSO.
"para que mis enemigos tengan pies y no me alcancen / para que mis enemigos tengan manos y no me toquen / para que mis enemigos tengan ojos y no me vean. (...)"
14 agosto 2008
LOS FÓSFOROS
...para hacer fósforos
"Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos,necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo,del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo.
Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento.
Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo."
Y Eduardo Galeano escribió "EL MUNDO "
"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudosubir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso - reveló - Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuego iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. "
alfio
14 de AGOSTO MUERE RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
I
A pesar de la sala sucia y oscura
de gentes y de lámparas luminosa
si quiere ver la vida color de rosa
eche veinte centavos en la ranura.
Y no ponga los ojos en esa hermosa
que frunce de promesas la boca impura.
Eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.
El dolor mata, amigo, la vida es dura,
eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.
II
Lamparillas de la Kermesse,
títeres y titiriteros,
volver a ser niño otra vez
y andar entre los marineros
de Liverpool o de Suez.
III
Teatrillos de utilería.
Detrás de esos turbios cristales
hay una sala sombría.
Paraísos artificiales.
IV
Cien lucecitas. Maravilla
de reflejos funambulescos.
¡Aquí hay mujer y manzanilla!
Aquí hay olvido, aquí hay refrescos.
Pero sobre todo mujeres
para hombres de los puertos
que prenden como alfileres
sus ojos en los ojos muertos.
No debe tener esqueleto
el enano de Sarrasani,
que bien parece un amuleto
de la joyería Escasany.
Salta la cuerda, sáltala,
ojos de rata, cara de clown
y el trala-trala-trálala
ritma en tu viejo corazón.
Estampas, luces, musiquillas,
misterios de los reservados
donde entrarán a hurtadillas
los marinos alucinados.
Y fiesta, fiesta casi idiota
y tragicómica y grotesca.
Pero otra esperanza remota
De vida miliunanochesca…
V
¡Qué lindo es ir a ver
la mujer
la mujer más gorda del mundo!
Entrar con un miedo profundo
pensando en la giganta de Baudelaire…
Nos engañaremos, no hay duda,
si desnuda nunca muy desnuda,
si barbuda nunca muy barbuda
será la mujer.
Pero ese momento de miedo profundo…
¡Qué lindo es ir a ver
la mujer
la mujer más gorda del mundo!
VI
Y no se inmute, amigo, la vida es dura,
con la filosofía poco se goza.
Eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.
CON EL AGUJERO EN LA MEDIA
Por Juan Sasturain
.......
Tuñón no era ni es de ésos aparatosos que te sacan, ni de los provocadores que te voltean, ni de los solemnes que te aleccionan. Tuñón es de los que te conmueven, te hacen moverte con él y a partir de él.
Y es un gran poeta. De semejante intensidad que pudo sobrevivir tanto al ninguneo de los dueños ideológicos de la pelota cultural que lo tachaban con negro, como a los dogmas de la disciplina partidaria que lo subrayaba mal y con rojo. Como el pasto que vuelve y vuelve entre y pese a las junturas de los adoquines –la imagen me lo asocia a Pugliese, con quien comparte un destino y entonación comunes– la poesía de Tuñón tiene algo de invencible y de verdadero.
Lo que vive de tantos poemas es, en principio, los climas, las atmósferas, los personajes y lugares clavados por versos llanos y definitivos:
"Entonces comprendimos que la lluvia era hermosa"
en el comienzo de Lluvia; la letanía de
Los seis hermanos rápidos dedos en el gatillo,
o el detalle de Los ladrones que
"cuando la madre se les muere / le ponen luto a la guitarra".
Y después las imágenes, mínimas escenas iluminadas y en foco, pero sin congelar, vivas para siempre. Me quedo con tres de ésas. Una, el consabido consejo –tenía diecisiete cuando escribió esto– al solitario paseante de la feria:
"El dolor mata, amigo, la vida es dura,
y ya que usted no tiene ni hogar ni esposa
eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa".
Otra –y una de las más hermosas de la poesía argentina– es la de la bohemia en París a los 25, con la amiga en la buhardilla:
"Tú crees todavía en la revolución
y por el agujero que coses en tu media
sale el sol y se llena todo el cuarto de sol".
Y la última, del ’41, en plena guerra y con los nazis todavía con la tortilla de su lado y sartén en mano, es esta determinación alevosa:
"Subiré al cielo,
le pondré un gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez".
Tuñón, que no pudo ver la Revolución pero creyó en ella, dejó muchos poemas hermosos y un libro extraordinario, La calle del agujero en la media. Nunca fue derrotado.
13 agosto 2008
13 de Agosto - cumpleaños de Fidel
EL FIDEL CASTRO QUE YO CONOZCO (fragmento)
por Gabriel Garcia Marquez
Su devocion por la palabra. Su poder de seduccion. Va a buscar los problemas donde esten. Los impetus de la inspiracion son propios de su estilo. Los libros reflejan muy bien la amplitud de sus gustos. Dejo de fumar para tener la autoridad moral para combatir el tabaquismo. Le gusta preparar las recetas de cocina con una especie de fervor cientifico.
Se mantiene en excelentes condiciones fisicas con varias horas de gimnasia diaria y de natacion frecuente. Paciencia invencible. Disciplina ferrea. La fuerza de la imaginacion lo arrastra a los imprevistos. Tan importante como aprender a trabajar es aprender a descansar.
Fatigado de conversar, descansa conversando. Escribe bien y le gusta hacerlo. El mayor estimulo de su vida es la emocion al riesgo. La tribuna de improvisador parece ser su medio ecologico perfecto. Empieza siempre con voz casi inaudible, con un rumbo incierto, pero aprovecha cualquier destello para ir ganando terreno, palmo a palmo, hasta que da una especie de gran zarpazo y se apodera de la audiencia. Es la inspiracion: el estado de gracia irresistible y deslumbrante, que solo niegan quienes no han tenido la gloria de vivirlo. Es el antidogmatico por excelencia.
Jose Marti es su autor de cabecera y ha tenido el talento de incorporar su ideario al torrente sanguineo de una revolucion marxista. La esencia de su propio pensamiento podria estar en la certidumbre de que hacer trabajo de masas es fundamentalmente ocuparse de los individuos. Esto podria explicar su confianza absoluta en el contacto directo. Nadie puede ser mas obsesivo que el cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimetrico, en el que no se empene con una pasion encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: Las cosas deben andar muy mal, porque usted esta rozagante.
Las reiteraciones son uno de sus modos de trabajar. Ej.: El tema de la deuda externa de America Latina, habia aparecido por primera vez en sus conversaciones desde hacia unos dos anos, y habia ido evolucionando, ramificandose, profundizandose. Lo primero que dijo, como una simple conclusion aritmetica, era que la deuda era impagable. Despues aparecieron los hallazgos escalonados: Las repercusiones de la deuda en la economia de los paises, su impacto politico y social, su influencia decisiva en las relaciones internacionales, su importancia providencial para una politica unitaria de America Latina... hasta lograr una vision totalizadora, la que expuso en una reunion internacional convocada al efecto y que el tiempo se ha encargado de demostrar.
Las respuestas tienen que ser exactas, pues es capaz de descubrir la minima contradiccion de una frase casual. Otra fuente de vital informacion son los libros. Es un lector voraz.
Tiene la costumbre de los interrogatorios rapidos. Preguntas sucesivas que el hace en rafagas instantaneas hasta descubrir el por que del por que del por que final. Cuando un visitante de America Latina le dio un dato apresurado sobre el consumo de arroz de sus compatriotas, el hizo sus calculos mentales y dijo: Que raro, que cada uno se come cuatro libras de arroz al dia. Su tactica maestra es preguntar sobre cosas que sabe, para confirmar sus datos. Y en algunos casos para medir el calibre de su interlocutor, y tratarlo en consecuencia. No pierde ocasion de informarse.
Su vision de America Latina en el porvenir, es la misma de Bolivar y Marti, una comunidad integral y autonoma, capaz de mover el destino del mundo. El pais del cual sabe mas despues de Cuba, es Estados Unidos. Conoce a fondo la indole de su gente, sus estructuras de poder, las segundas intenciones de sus gobiernos, y esto le ha ayudado a sortear la tormenta incesante del bloqueo.
En una entrevista de varias horas, se detiene en cada tema, se aventura por sus vericuetos menos pensados sin descuidar jamas la precision, consciente de que una sola palabra mal usada, puede causar estragos irreparables. Jamas ha rehusado contestar ninguna pregunta, por provocadora que sea, ni ha perdido nunca la paciencia. Sobre los que le escamotean la verdad por no causarle mas preocupaciones de las que tiene: El lo sabe.
Cuando habla con la gente de la calle, la conversacion recobra la expresividad y la franqueza cruda de los afectos reales. Lo llaman: Fidel. Lo rodean sin riesgos, lo tutean, le discuten, lo contradicen, le reclaman, con un canal de trasmision inmediata por donde circula la verdad a borbotones. Es entonces que se descubre al ser humano insolito, que el resplandor de su propia imagen no deja ver. Este es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciable, con una educacion formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal.
Suena con que sus cientificos encuentren la medicina final contra el cancer y ha creado una politica exterior de potencia mundial, en una isla 84 veces mas pequena que su enemigo principal. Tiene la conviccion de que el logro mayor del ser humano es la buena formacion de su conciencia y que los estimulos morales, mas que los materiales, son capaces de cambiar el mundo y empujar la historia.
Lo he oido en sus escasas horas de anoranza a la vida, evocar las cosas que hubiera podido hacer de otro modo para ganarle mas tiempo a la vida. Al verlo muy abrumado por el peso de tantos destinos ajenos, le pregunte que era lo que mas quisiera hacer en este mundo, y me contesto de inmediato: pararme en una esquina.
12 agosto 2008
FE DE ERRATAS
Mi hermana, la maestra, me descubrió un par de errores de tipeo, eso no sería nada: me descubrió errores de ortografía, y eso si es mucho.
Haberme se escribe con "H" se los juro por favor. Además acabo de descubrir que hay un iconito que de puede ayudar a corregir la ortografía. Mirá vos..!!
Bien. Hecha la salvedad que ruego disculpen, les regalo una foto de la ciudad donde vivo vista desde desde el cual hay un mirador.
No se hagan ilusiones... la luna es la luna. Pero no se ve de ese tamaño.
11 agosto 2008
El Walter y yo
Un agradecido abrazo a mi hermano Walter por aberme embarcado en esto. elalfio
10 agosto 2008
EL APRENDIZ DE BRUJO
Cantar era la fiesta de los pobres
en quellos domingos de sol alto:
una misa de júbilo en el vino
que aturdía guitarras en el patio.
Y uno, recién llegado a las raíces,
cogollo de vivir recién brotado,
arrimaba la sangre lentamente
a un rescoldo de coplas y de gallos
hasta aprender por dentro la hechicera
antología aleve de los astros
y esa luna solemne de la ausencia
que anda por la tonada hace mil años.
Era nuestro bautismo cancionero,
la iniciación raída de la magia,
la primera escritura en la memoria
del libro de los pueblos cuando cantan,
era un vértigo oscuro, un refucilo
que nos ponía el corazón en llamas,
un sismo hacia lo hondo de la vida
buscándole la pulpa a las palabras,
la indagación del mundo, la tristeza
del árbol del olvido, alguna lágrima
caída de los ojos hacia adentro:
donde la soledad la devoraba.
Cómo olvidar la fiesta de los pobres
en aquellos domingos de sol alto,
si era un salmo cantor la poesía
y el vino: ¡un sacerdote milenario!