25 septiembre 2008

PARA SER GRANDE

PARA SER GRANDE,
sé entero: nada tuyo exagera o excluye.
sé todo en dada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que haces,
así en cada lago la luna entera
brilla, porque alta vive.
(fERNANDO pESSOA)

"una de amor"

nenhum verào
Esse so
Por que tinha de tanto brilhar
Anun­ciar no meu peito a manhà
Para depois sumir
e deixar
Tào mais negro o meu céo, minha noite
Por que, foi minha boca beber
Se embriagar da tua boca
tào mais amargo o gosto de vazio,
de soliao.
Meu coraçào prefere acreditar nessas pro­messas
Mesmo essas que só fazem
abrir minhas janelas, pra nenhuma,
Pra nenhuma paisagem.
(...)
Meu coràçao prefere acreditar nessas pro­messas
Mesmo essas que só fazem
Deixar na minha pele
Calor, luz, alegria pra
nenhum verào.
Nenhum verao / Tulio Mourao

Y si la escuchan cantada por María Bethania... me cuentan. (a.,)

20 septiembre 2008

SI HAY UNA DIOSA...


FELIZ CUMPLE, Sueño de todos nosotros

Y allá va un regalo y un recuerdo de Sofia, Marcello, Ieri, Oggi e Domani.

http://www.youtube.com/watch?v=3AIxlB8_t74

Cumpleaños de EL NEGRO JEFE

1917 - nace Obdulio Varela figura emblemática del fútbol uruguayo.
El 16 de julio de 1950 Uruguay accedió a la conquista de su último campeonato mundial de fútbol.
Cuenta Eduardo Galeano, ("Memorias del Fuego" - III El Siglo Del Viento- pág. 169 )
Viene brava la mano, pero Obdulio saca pecho y pisa fuerte y mete pierna. El capitán del equipo uruguayo, negro mandón y bien plantado, no se achica. Obdulio más crece mientras más ruge la inmensa multitud, enemiga, desde las tribunas.Sorpresa y duelo en el estadio de Maracaná: el Brasil, goleador, demoledor, favorito de punta a punta, pierde el último partido en el último momento. El Uruguay, jugando a muerte, gana el campeonato mundial de fútbol.Al anochecer, Odulio Varela huye del hotel, asediado por periodistas, hinchas y curiosos. Obdulio prefiere celebrar en soledad. Se va a beber por ahí, en cualquier cafetín; pero por todas partes encuentra brasileños llorando.Todo fue por Obedulio -dicen, bañados en lágrimas, los que hace unas horas vociferaban en el estadio-. Obedulio nos ganó el partido.Y Obdulio siente estupor por haberles tenido bronca, ahora que los ve de a uno. La victoria empieza a pesarle en el lomo. El arruinó la fiesta de esta buena gente, y le vienen ganas de pedirles perdón por haber cometido la tremenda maldad de ganar. De modo que sigue caminando por las calles de Río de Janeiro, de bar en bar.Y amanece, bebiendo, abrazado a los vencidos.

(una más que lo pinta como era de malarriado)

"A mediados de los años cincuenta, Peñarol firmó el primer contrato para lucir publicidad en las camisetas. Diez jugadores aparecieron con el nombre de una empresa en el pecho. Obdulio Varela, en cambio, jugó con la camiseta de siempre, y explicó:

-Antes, a los negros nos llevaban de una argolla en la nariz. Ese tiempo ya pasó."
Disfruten de otro uruguayo, Jaime Roos homenajeando a la selección de su país, especialemente "al Negro Jefe"

19 septiembre 2008

de vez en cuando una foto


Una de "fobal"

El sábado a la noche el delantero soñó que en el partido del día siguiente ejecutaba un penalti y era gol porque amagaba y disparaba a la izquierda del portero que se iba, engañado, hacia su derecha.El domingo, el árbitro pitó un penalti para su equipo y el delantero, que tenía muy presente el sueño, amagó a la derecha y le dio hacia la izquierda del guardameta, casi con displicencia, respondiendo a la premonición.El portero, que se había volcado justamente hacia ese lado, no tuvo que hacer mucho esfuerzo para detener la pelota.El delantero se quedó estático, azorado. La perturbación se multiplicó cuando el portero, al pasar a su lado, mientras sacaba el balón le dijo con tono sobrador: “Los sábados a la noche me tiro a la derecha; los domingos por la tarde, no”.
Escrito por Juan José Panno para la revista española Media Punta.

15 septiembre 2008

cuando tengo que cantar espanto...

Canto que mal me sales cuando tengo que cantar espanto. .
Víctor Jara era un cantante, eso es todo, y no es poco. Con el silencio de los hombres verdaderos su canto hacía su trabajo allí donde debía hacerlo: en su tierra, con su gente. La dolorosa noticia de su muerte nos golpeó en lo más hondo, y como en una caja de resonancia se lanzó al mundo, como ejemplo de cantante, de hombre, de militante. La muerte a veces nos golpea así, cuando menos lo esperamos, aunque en esta ocasión, cada día nos lanzáramos sobre el periódico para, a falta de otra posibilidad, leer las noticias amargas.
Nació en 1938 en Chilan; de familia campesina, se ocupó desde muy joven en el estudio y la interpretación del folklore. Aunque sus estudios y sus primeras actividades le llevaron al terreno de la dirección teatral, donde destacó como director de obras importantes del teatro progresista mundial. Formó parte del conjunto Cuncumén, junto a ese otro gran cantante y compositor que fue Rolando Alarcón, y desde 1966 a 1969 fue director musical de los entonces nacientes Quilapayun. Paralelo a todo esto desarrolla su actividad como compositor y cantante que ha quedado reflejada en discos que son una muestra del hacer del cantor popular, de su responsabilidad histórica y estética, de su compromiso con el pueblo y de la coherencia de su pensamiento. Tenía esposa y dos hijas. El 16 de septiembre de 1973, en el Estadio Nacional Santiago de Chile, donde tantas veces había cantado en vida y entonces convertido en campo de concentración, encontró la muerte.
Ultimo poema deVíctor Jara (gracias Gricelda)
Escrito durante su cautiverio en el Estadio Nacional de Chile. Introduccion Joan Jara: " ... Cuando más adelante me trajeron el texto del último poema de Victor, supe que él queria dejar su testimonio, su único medio de resistir ahora al fascismo, de luchar por los derechos de los seres humanos y por la paz."

Chile Vive / setiembre 1973

somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil
¿ Cuántos seremos en total
en la en las ciudades y en todo el país ?
Solo aqui diez mil manos siembran
y hacen andar las fabricas.

¡ Cuánta humanidad
con hambre, frio, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura !

Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.

Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores
uno saltó al vació,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.

¡ Qué espanto causa el rostro del fascismo !
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
Sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo
¿ Es este el mundo que creaste, dios mió ?
¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo ?
en estas cuatro murallas solo existe un numero
que no progresa,
que lentamente querrá más muerte.

Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marea sin latido,
pero con el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
llena de dulzura.

¿ Y Mexico, Cuba y el mundo ?
¡ Que griten esta ignominia !
Somos diez mil manos menos
que no producen.

¿Cuántos somos en toda la Patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas
Así golpeará nuestro puño nuevamente

¡Canto que mal me sales
Cuando tengo que cantar espanto!

Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
De verme entre tanto y tantos
momentos del infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.
Lo que veo nunca vi.,
lo que he sentido y que siento
hará brotar el momento...

(y nada más. esos puntos suspensivos son más que elocuentes.) a.,

14 septiembre 2008

MUCHAS MANERAS DE MATAR


Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc...
Sólo pocas de esta cosas están pohibidas en nuestro Estado.
(Bertold Brecht)

Se acuerdan de Juan Gelman?

Nota I
te nombraré veces y veces.
me acostaré con vos noche y día.
noches y días con vos.
me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te mostraré mi rabioso corazón.
te pisaré loco de furia.
te mataré los pedacitos.
te mataré una con paco.
otro lo mato con rodolfo.
con haroldo te mato un pedacito más.
te mataré con mi hijo en la mano.
y con el hijo de mi hijo/ muertito.
voy a venir con diana y te mataré.
voy a venir con jose y te mataré.
te voy a matar/derrota.
nunca me faltará un rostro amado
para matarte otra vez.
vivo o muerto/un rostro amado.
hasta que mueras/
dolida como estás/ya lo sé.
te voy a matar/yo te voy a matar.
NOTA I
_____________________________
Discurso de Juan Gelman(19 de Junio de 1997)
Señora secretaria de Cultura de la Nación
Autoridades de la Secretaría
Miembros del jurado del Premio Nacional de Poesía 1994-1997
AmigosSeñoras y señores:
Este acto me parece paradigmático. En un país al que se le están rom­piendo las costuras, suponiendo que haya estado revestido contra el plan económico genocida en curso; que navega en una crisis social no­toria, aunque el señor presidente de la Nación no la vea o no la quiera ver; que atraviesa una crisis tal vez más grave, la crisis de la credibili­dad en su propio ser como pueblo ante el vaciamiento de las promesas de soberanía y justicia social que votó y este Gobierno incumplió; que padece ya como futuro previsible la represión ñfísica y noñ de sus aspi­raciones, como repetición de un pasado ominoso; en este país y no en otro hoy se premia a la poesía. Nada pudo nunca ni podrá jamás cortar el hilo humano de la poesía, ése que nos continúa desde el fondo de los siglos como nuestra belleza posible.
Agradezco profundamente este premio al jurado que lo otorgó. Estuvo integrado por pares que no se guiaron por consideraciones políticas o de otra índole para desviar su independencia de criterio. Es el premio de poesía más antiguo de América y recibirlo en compañía de Rodolfo Alonso y Santiago Sylvester es un honor acompañante. Se estableció en 1914, cuando la Argentina brillaba con un fulgor que cantaron Rubén Darío y Leopoldo Lugones. La Argentina que no es hoy. Hoy los esbirros de la dictadura militar prolongan sus terrores paseando impunemente por las calles del país y por los cargos públicos, perdonados por dos presidentes civiles a quienes, que se sepa, ninguna víctima les dio el mandato de perdonar a los asesinos en su nombre. A las víctimas con vida de la dictadura militar y de sus prolongaciones civiles y neolibera­les, a las víctimas que se ha dado en llamar desaparecido, a quienes resisten en los caminos de Jujuy y en las carpas de la Capital, dedico este premio. Me conmueve la presencia de tantos amigos en este acto y me hubiera gustado ver entre ellos a esos grandes escritores y poetas que fueron, pero son, Rodolfo Walsh y Paco Urondo, Haroldo Conti y Miguel Angel Bustos, caídos en combate contra la dictadura militar o torturados a muerte en alguno de los 356 campos de concentración de la dictadura militar. Y a mi hijo y a mi nuera, y a la hija o hijo de am­bos. Pero no están y sólo podemos exigir justicia para ellos. Y verdad. Para los atenienses de hace veinticinco siglos el antó­nimo de olvido no era memoria, era verdad. La verdad de la memoria en la memoria de la verdad. Las dos son formas de la poesía extrema, esa que siempre in­siste en develar enigmas velándolos. Alguien dijo que la poesía es la sombra de la memoria. Creo que, en realidad, la poesía es memoria de la sombra de la memoria. Por eso nunca morirá.
Muchas gracias. Juan Gelman

11 septiembre 2008

11 de SEPTIEMBRE

PARADÓJICO


HOY TODO TIENE QUE VER CON E.E.U.U

09 septiembre 2008

(me pudo haber pasado a mí)

Una tarde un nieto charlaba con su abuelo sobre los acontecimientos actuales. Entonces, de repente, él preguntó:
-Abuelo, ¿cuántos años tenés?
Dejame pensar un poco… nací antes de la televisión, las vacunas contra la polio, las comidas congela­das, la fotocopiadora, las lentes de contacto y la píldora anticonceptiva.
No existían los radares, las tarjetas de crédito, el rayo láser ni los patines en línea.
No se había inventado el aire acondicionado, el lavavajilla, las secadoras (las prendas se ponían simplemente a secar al aire fresco).
El hombre todavía no había llegado a la Luna y no existían los aviones de pro­pulsión a chorro para pasajeros.
Tu abuela y yo nos casamos y después vivimos juntos... en ese orden.
"Gay" era una palabra en inglés, que significaba una persona con­tenta, alegre y divertida, no homosexual. De lesbianas, nunca oímos hablar y los muchachos no usaban aros. Nada de eso me parece mal. Simplemente te cuento que no las conocíamos.
Nací antes de la computadora, las dobles carreras universitarias y las terapias de grupo. La gente no se analizaba, salvo que el médico les ordenara un exa­men de sangre o de orina.
Hasta que cumplí 25 años, llamé a y a cada hombre "señor" y a cada mujer "señora" o "señorita". Pareja eran las palomas, los conejos pero nunca los humanos. Soy de cuando subía una dama al colectivo o al tranvía y el niño y los jóvenes se paraban an­tes que nadie para ofrecerle el asiento, pero si estaba embarazada se la acom­pañaba y se le sacaba el boleto, de ser necesario y se lo alcanzaba.
Los hombres caminaban del lado del cordón y las mujeres del lado de la pared, en las escaleras se le dejaba el pasamano y en el ascensor ingresaba y salía primero; se le corría la silla para que se sentara y se la acompañaba tomando del respaldo cuando se acercaba a la mesa; jamás un hombre saludaba a una dama sin ponerse de pie, lo que también hacia cuando ella se levantaba de la mesa aunque fuera momentáneo Se le abría la puerta del auto o de acceso a cualquier lugar y al quitarse el abrigo el hombre lo tomaba y colaboraba a que se lo saque.
Nuestras vidas estaban gobernadas por el buen juicio y el sentido común, el respeto a los mayores y a los códigos vigentes, después transcurría en una convivencia de gran creatividad y libertad responsable.
Nos enseñaron a diferenciar entre el bien y el mal, y a ser responsables de nuestros actos y sus consecuencias. Creíamos que la comida rápida era lo que la gente comía cuando estaba apurada.
Tener una relación significativa era llevarse bien con primos y amigos.
Tiempo compartido significaba que la familia compartía unas vacaciones, no un condominio.
No se conocían los teléfonos inalámbricos y mucho menos los celulares.
Nunca habíamos oído hablar sobre la música estereofónica, las radios FM, cassettes, CD's, DVD's, máquinas de escribir eléctricas, calculadoras (ni si­quiera mecánicas, menos aún las portátiles).
"Notebook" era una libreta para anotaciones. "Sale" se decía cuando alguien salía.
A los relojes se les daba cuerda cada día. No existía nada digital, ni los relojes ni los indicadores con numeritos luminosos en los artefactos del hogar, ni en las máquinas. Hablando de máquinas, no existían los cajeros automáticos, los hor­nos microondas ni las radio-reloj-despertador. Para no hablar de los video-cas­settes, ni las filmadoras de video.
Las fotos no se veían al instante y en colores. Había sólo en blanco y negro y su revelación y copiado demoraba más de 3 días. Las de colores no existían.
Si en algo decía "Made in Japan" se lo consideraba de mala calidad y no exis­tía "Made in Korea", ni "Made in Taiwan", ni "Made in Thailand", ni mucho menos "Made in China".
No se había oído hablar de "Pizza Hut" o "McDonald's", del café instantáneo, ni de los endulzantes artificiales.
Había tiendas donde se compraban cosas por 5 y 10 centavos.
Los helados, los pasajes de colectivo y las gaseosas: todo costaba 10 centa­vos.
Se podía comprar un coche nuevo por menos de 1.000 dólares,... pero ¿quién los tenía?
En mi tiempo, "hierba" era algo que se cortaba y no se fumaba; "coca" era una gaseosa. "Chip" significaba un pedazo de madera, "hardware" era la ferretería y el "software" no existía. Fuimos la última generación que creyó que una señora necesitaba un marido para tener un hijo.
Ahora, decime vos: ¿cuántos años crees que tengo?
–Y... abuelo… ¡Más de 200…! contestó el nieto.
–No, querido, solamente 60.

08 septiembre 2008

Arthur García Núñez “Wimpi”


Murió el 9 de setiembre de 1956. Sólo dos libros publicó: “El gusano loco” y “Los cuentos del viejo Varela”. Varios fueron consumidos por el fuego al cual los arrojó su autor acuciado por su extremo sentido de la autocrítica. Paradójicamente su inesperada muerte, salvó libros como “El Gato que pesca”, “Cartas de Animales”, “Vea Amigo”, –por nombrar sólo algunos.
Vaya desde aquí un humilde aporte para mantener fresca en la memoria su ingenioso y exultante humor alado y su restallante talento. Lean, che:
El prófugo
"TODO lo que existe en la tierra es causa de miedo..." dejó dicho Bhartrihari, un sabio indio del siglo VI. El tipo es tímido, pesimista, vanidoso, escéptico, escru­puloso y se aburre, porque tiene miedo.
Apoyarse en otro para poder confiar en el éxito de lo que va a hacerse es huir. Delegar en otro la responsabilidad de lo que se hace es huir:
Mientras trata de acomodarse el tipo siempre va en nombre de otro. Después de haber entregado la tarjeta, baja los ojos, raya el suelo con la punta del za­pato, da vuelta el sombrero: -"Yo venía con esta tarjeta del doctor Fulano por una ubicación. Pretensiones, por ahora, mayormente, no tengo. Se trataría de cualquier cosita para empezar, como dice ahí..."
Cuando el tipo ya está acomodado, siempre manda a otro:
-"Usted vaya y dígale que es una bestia. A ver ¿cómo le va a decir?" - "¡Usted es una bestia!"
-"Muy bien, pero dígaselo como cosa suya ¿me oye?"
Cuando alguien le va a pedir una garantía dice que no puede darla por los compromisos que tiene con el socio. Si la garantía se la pide el socio, dice que no puede por los compromisos que tiene fuera de la sociedad. Y cuando tra­baja solo, pone un aviso en los diarios pidiendo un socio.
El socio es una cosa que el tipo usa o para encerrarse o para disculparse. Otras dos maneras de huir. Encerrándose, el tipo escamotea su actitud a toda posibilidad de ajena discriminación. Y cuando da explicaciones trata de de­mostrar que el otro entendió todo lo contrario de lo que él se proponía hacer, para poder hacer, mientras el otro se entretiene oyéndolo, lo que realmente se propone.
La viveza es una fuga que se nutre de fuga así misma. El vivo saca ventajas huyendo de la zona de influencia de la atención del otro, pero cuando el otro se da cuenta, tiene, el vivo, que disparar para que no lo alcance y obtener venta­jas más adelante a fin de mantenerse a salvo, con lo cual quedan afectados otros que, al darse cuenta, a su vez, se ponen también a seguirlo. El tipo multi­plica, entonces, sus medios de fuga; cruza a la vereda de enfrente, hace decir que no está.
___/__
El cuento de los anteojos
Todas las cosas de este mundo suelen aparecer de una manera y ser, en el fondo, de otra.
En el cine, parece que las imágenes se mueven y, sin embargo apenas ocurre que el tipo sigue viendo lo que ya pasó, mientras está pasando otra cosa...
A veces, eso ocurre fuera del cine también.
Pero lo importante es que si no existiera esa llamada "persistencia de la imagen en la retina", vale decir, si el tipo tuviera la vista bien.., el in­vento del cinematógrafo habría sido imposible.
También el popular "titilar" de las estrellas -que debiera decirse "escin­tilar"- responde a un defecto de la vista del tipo.
Si el tipo viera bien, el mundo sería de otra manera.
O si se diera cuenta de que ve mal. El tipo suple; a veces, la siempre secreta ineptitud de sus órganos, con la Lógica.
Y empeora las cosas.
Recordamos el caso del señor que no encontraba los anteojos.
Y admitió, en seguida, dos posibilidades.
-O me los han robado, o los he perdido. -Acto continuo, se puso a razo­nar.
-Pero como mis anteojos carecían de un valor que pudiese haberle hecho concebir al ladrón la esperanza de venderlos, tengo que llegar a la conclusión de que el que me robó los anteojos me los robó para usarlos él. Sin embargo, quien necesite unos anteojos como los míos, sin anteojos no ve. Yo no veo sin anteojos. De manera que, ¿cómo pudo, entonces, ver mis anteojos para robármelos?
Descartó la hipótesis del robo.
-Debo suponer, entonces, que los he perdido. Pero yo únicamente puedo decir que he perdido mis anteojos, después de comprobar que no están en el sitio o los sitios donde suelo guardarlos. Pero para yo "ver" que mis anteojos no están tengo que tener mis anteojos puestos, por cuanto, sin anteojos, no veo.
¡Y pensar que a veces el tipo es pesimista!
No comprende que si las cosas no se arreglaran –siempre y solas– el mundo ya habría terminado hace...
No: el mundo no hubiese podido existir.
(la foto que aparece arriba ha sido extraído del Archivo delDiario La Prensa)

Gracias. Hasta la próxima. a.,

05 septiembre 2008

Otro aporte del Pablo S. (colaborador ad honoren)

"...Desde el silencio a que retorno, desde las sombras de las cuales no salí nunca para ti, yo que no habité, no habitaré nunca tu camino, que no conoceré nunca el son de tu voz, tus risas, ni miraré tus lágrimas, que no seré nunca una imagen en tu retina ni un pensamiento en tu alma, pero que te he conocido en un instante tan plenamente como si fueras una obra de mi deseo, yo que no creo en la muerte de los que aman, ni en la vida de los que no aman, te digo lo que no me oirás nunca, y que ya sabes: que es imposible que no seas feliz. Y, sin embargo, nos encontraremos; no aquí en la fantasmagoría terrena, sino en la eternidad del yo indestructible, continuo y consciente de su eterna continuidad pasada y a transcurrir. ¡Nos hemos conocido y amado, cuántas veces! "
Macedonio Fernández Una novela que comienza (fragmento)

04 septiembre 2008

Día del Innmigrante

Un abrazo asi de gordo para mi hermano Walter Sabbatini al calor de la memoria de esos dos inmigrantes que fueron sus padres: Giuseppe y Adriana. Hermosos padres que supieron ser también míos, brindándome su cariño y su calor y su generosa hospitalidad. A su salud, viva hasta que yo me muera, levanto mi copa y me acuerdo (cuando no) del inefable Armando... ahi va:
Usted partió de aquí,yo de mi tierra
en algún pueblo o niebla nos cruzamos
llegué a su patria, como usted a la mía
entre maravillado y desterrado.
Allá la inmensidad,aquí la añeja
memoria de la sangre que no cesa.
Allá los horizontes desbocados
aquí la vida insomne en su parcela.
Tal vez no exactamente, pero admita
que fuimos despojados por la ausencia.
No importa qué país,qué continente
qué asedio qué ansiedad o qué pobreza.
Usted dejó su tierra y yo la mía
para pisar soñando la tristeza.
Yo se que volverá, que volveremos,
usted a su heredad y yo a mi cielo.
Si en algún puerto o niebla nos cruzamos
deme la mano, hermano,
deme el hermano que estará en su mano,
diciendo que este mundo es un pañuelo.
No importa que país que continente
que asedio que ansiedad o que pobreza
usted dejó su tierra y yo la mía
para pisar soñando la tristeza.
Yo se que volverá,que volveremos,
diciendo que este mundo es un pañuelo.
El mundo es un Pañuelo (Armando Tejada Gómez)

02 septiembre 2008

COSAS QUE SON SIEMPRE ACTUALES

Andá a saber como es la cosa
Azafrán Carquejo era blanco en invierno, colorau en verano y fren­teamplista en primavera. El otoño lo dejaba pa`descansar, porque según él decía, no se puede estar pensando todo el tiempo en lo mismo.
Hombre que se daba idea pa`todo, Azafrán, tenía un pañuelo pa`l cogote, que asigún lo plegara le quedaba del color del partido que quería, y si lo dejaba abierto, al blanco y al colorau se le agregaba un azul que daba gusto. "Yo, pa`mí –solía decir– de promesas tengo dos galpones llenos, y le digo –solía decir– le digo que algu­nas ya están pasadas de maduras, tirando a podridas, con el per­dón de su cara y sin ánimo de molestar a naides porque eso no esta en mí", solía decir. Más de una vez se lo vio recostado al mos­trador del boliche El Resorte. Pedía un vinito, le pegaba el primer trago, armaba tabaco, prendía el fósforo contra la dureza del talón que le asomaba desnudo por la culata de la chancleta, se le que­daba mi­rando la llama casi hasta el final, prendía el cigarro, soplaba el fós­foro ya con la llamita contra la uña, aspiraba una bocanada gran­dota de humo, lo soplaba finito, sacudía la cabeza así, y con una sonrisa comentaba:
–"Es que hay gente muy informal."
Una vuelta la Duvija, que estaba cerquita, lo escuchó y le preguntó:
–"¿Informal de qué, don?" – Ahí el otro cambió el pie de apoyo, hizo girar el vaso contra el mostrador como si estuviera borrando algo, revisó la hojilla del cigarro y le pasó la lengua húmeda por el cierre, para después tirarse el sombrero sobre los ojos y contestar:
–Decía nomás, lo informal que es alguna gente, ¿no? Hay mucho veleta, digo, porque algunos quieren cambiar las cosas y resulta que las cosas los cambian a ellos, y al final las que mandan son las cosas, que uno nunca sabe bien que son las cosas.
Una noche, desde un rincón oscuro, la voz de un forastero preten­dió ilustrar.
–Las circunstancias.
–Deben ser –comentó ligerito don Azafrán y se sacudió una ceniza del cigarro que le rodaba por el chaleco.
Dispués, entre el murmullo apagado del boliche, cada tanto se po­día escuchar:
–Lo bravo es lo informal que es mucha gente, digo, y pa`pior las cir­custancias, como joden, ¿no?

Don Verídico (Por Juceca)

01 septiembre 2008

OLIVERIO GIRONDO

Espantapájaros 1
No sé; me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanez­can con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso si! –y en esto soy irreductible– no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Está fue –y no otra– la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Que me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfuro­sos? ¿Que me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronostico reservado…?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡ María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segun­dos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, vo­lando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Que delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pa­sarse los días entre las nubes...la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

SOBRE LA MORAL Y LA BONDAD

Dice Fernando Savater en su Libro "Ética para Amador".
(...) "La palabra «moral» etimológicamente tiene que ver con las costum­bres, pues eso precisamente es lo que significa la voz latina: mores, y también con las órdenes, pues la mayoría de los preceptos mora­les suenan así como «debes hacer tal cosa» o «ni se te ocurra hacer tal otra». Sin embargo, hay costumbres y órdenes —como ya hemos visto— que pueden ser malas, o sea «inmorales», por muy ordenadas y acostumbradas que se nos presenten. Si queremos profundizar en la moral de verdad, si queremos aprender en serio cómo emplear bien la libertad que tenemos (y en este aprendizaje consiste precisamente la «moral» o «ética» de la que estamos hablando aquí), más vale dejarse de órdenes, costumbres y capri­chos. Lo primero que hay que dejar claro es que la ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos ni los premios re­partidos por la autoridad que sea, autoridad humana o divina, para el caso es igual. El que no hace más que huir del castigo y buscar la recompensa que dispensan otros, según normas establecidas por ellos, no es mejor que un pobre esclavo. A un niño quizá le basten el palo y la zanahoria como guías de su conducta, pero para alguien crecidito es más bien triste seguir con esa mentalidad. Hay que orientarse de otro modo. Por cierto, una aclaración terminológica. Aunque yo voy a utilizar las palabras «moral» y «ética» como equi­valentes, desde un punto de vista técnico (perdona que me ponga más profesoral que de costumbre) no tienen idéntico significado. «Moral» es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; «ética» es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras «morales»que tienen personas diferentes. Pero en fin, aquí seguiré usando una u otra palabra indistintamente, siempre como arte de vivir. Que me perdone la Academia...
Te recuerdo que las palabras «bueno» y «malo» no sólo se aplican a comportamientos morales, ni siquiera sólo a personas. Se dice, por ejemplo, que Maradona o Butragueño son futbolistas muy bue­nos, sin que ese calificativo tenga nada que ver con su tendencia a ayudar al prójimo fuera del estadio o su propensión a decir siempre la verdad. Son buenos en cuanto futbolistas y como futbolistas, sin que entremos en averiguaciones sobre su vida privada. Y también puede decirse que una moto es muy buena sin que ello implique que la tomamos por la Santa Teresa de las motos: nos referimos a que funciona estupendamente y que tiene todas las ventajas que a una moto pueden pedirse. En cuestión de futbolistas o de motos, lo «bueno» —es decir, lo que conviene— está bastante claro. Seguro que si te pregunto, me explicas muy bien cuáles son los requisitos necesarios para que algo merezca calificación de sobresaliente en el terreno de juego o en la carretera. Y digo yo: ¿por qué no inten­tamos definir del mismo modo lo que se necesita para ser un hom­bre bueno? ¿No nos resolvería eso todos los problemas que nos estamos planteando desde hace ya bastantes páginas?
No es cosa tan fácil, sin embargo. Respecto a los buenos futbolis­tas, las buenas motos, los buenos caballos de carreras, etc., la ma­yoría de la gente suele estar de acuerdo, pero cuando se trata de determinar si alguien es bueno o malo en general, como ser humano, las opiniones varían mucho. Ahí tienes, por ejemplo el caso de Purita: su mamá en casa la tiene por el no va más de la bondad, porque es obediente y modosita, pero en clase todo el mundo la detesta porque es chismosa y cizañera. Seguro que para sus superiores el oficial nazi que gaseaba judíos en Auschwitz era bueno y como es debido, pero los judíos debían tener sobre él una opinión diferente. A veces llamarle a alguien «bueno» no indica nada bueno: hasta el punto de que suelen decirse cosas como «Fulanito es muy bueno, ¡el pobre!» El poeta español Antonio Ma­chado era consciente de esta ambigüedad y en su autobiografía poética escribió: «Soy en el buen sentido de la palabra bueno...» Se refería a que, en muchos casos, llamarle a uno «bueno» no indica más que docilidad, tendencia a no llevar la contraria y a no causar problemas, prestarse a cambiar los discos mientras los demás bai­lan, cosas así. (...)"

(...)

Modelo de carta de declaración de principios o de denuncia del estado de las cosas, en general o particular.



Su autor ha consignado en ella sus propios datos personales, que deberán ser reemplazados por los del declarante.
En caso de ser otros los items a los que se va a referir el protestante/declarante, simplemente exprímase, sea creativo, piense poéticamente... y declare.

A quien corresponda


                                    Un servidor, Joan Manuel Serrat, casado y mayor de edad, vecino de Camprodón, Girona, hijo de Ángeles y de Josep, de profesión cantautor, natural de Barcelona, según obra en el Registro Civil, hoy, lunes 20 de Abril de 1981, con las fuerzas de que dispone, atentamente
                                    EXPONE :

                                    Que las manzanas no huelen, que nadie conoce al vecino, que a los viejos se les aparta después de habernos servido bien. Que el mar está agonizando, que no hay quien confíe en su hermano, que la tierra cayó en manos de unos locos con carnet. Que el mundo es de peaje y experimental, que todo es desechable y provisional. Que no nos salen las cuentas, que las reformas nunca se acaban, que llegamos siempre tarde, donde nunca pasa nada.
                                   Por eso y muchas deficiencias más, que en un anexo se especifican, sin que sirva de precedente, respetuosamente
                                  SUPLICA:

                                  Se sirva tomar medidas y llamar al orden a esos chapuceros que lo dejan todo perdido en nombre del personal. Pero hágalo urgentemente para que no sean necesarios más héroes ni más milagrospa' adecentar el local. No hay otro tiempo que el que nos ha "tocao", acláreles quién manda y quién es el "mandao".

                                  Y si no estuviera en su mano poner coto a tales desmanes, mándeles copiar cien veces que "Esas cosas no se hacen".

                                 Gracia que espera merecer del recto proceder de quien no suele llamarse a engaño, a quien Dios guarde muchos años.

                                AMÉN.