08 noviembre 2011

SÓLO LUZ

Una de las obras preferidas del alfio



http://youtu.be/nZvvAlm1B2I

Carta a perdiguero - Albérico Mansilla
Don César, viera el otoño
Cómo ha puesto a Mendiolaza
Desnuda de sombra está
La arboleda de la casa.

El sol en las altas moras
Desnuda su tibio alarde
Y horneritos de papel
Pintan la paz de la tarde

Estribillo
Cuando quiera estar de vuelta,
Ni me avise, no hace falta,
Si se acuerda, tráigase
Ese vinito de Salta
Un abrazo, acuérdese
de ese vinito de Salta.

La tarde es de cobre antiguo,
Cuando el sol anda en los cerros.
Después, hasta el aire es gris
Triste y gris como el destierro.

Ni la acequia canta ahora
La vidala de su arrullo.
Y está más seco el cardón
Que traje de Chañar Muyo.

Al Estribillo
Letra de Albérico Mansilla
Musica de Dino Saluzzi

El Seclanteño. ¿QUÉ VERSIÓN...!!!
Esta baguala siempre me gustó. Sobre todo esta versión cuando Raúl Carnota y Suna Rocha, además de hacer una hija (Guadalupe) hacían estas cosas y los acompañaban nada menos que Eduardo Espinasi y el inefable Rodolfo Sánchez. No se la pierdan. Tómense una par de minutos para escuchar todo. PERO TODO, no solo las voces. Todo: el piano y la percu. De nada

http://youtu.be/BHcMSlbYvHM

¿POR QUÉ QUERER CAMBIA EL IDIOMA..?


¿Presidente o presidenta? En español existen los participios activos como deri­vados verbales. El participio activo del verbo atacar, es atacante. El de sufrir, es sufriente. El de cantar, es cantante. El de existir, existente.
¿Cuál es el participio activo del verbo ser?
El participio activo del verbo ser, es 'el ente'. El que es, es el ente. Tiene enti­dad. Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota ca­pacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final 'ente'. Por lo tanto, la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, inde­pendientemente del sexo que esa persona tenga.
Se dice capilla ardiente, no ardienta. Se dice estudiante, no estudianta. Se dice paciente, no pacienta. Se dice dirigente y no dirigenta.
La Sra. Cristina Fernández de Kirchner (todos los que se le acoplan) no sólo hace (hacen) un mal uso del lenguaje por motivos ideológicos, sino por igno­rancia de la gramática de la lengua espa­ñola.
Pasemos el mensaje a todos nuestros cono­cidos argentinos con la esperanza que el mismo llegue finalmente a la Casa Rosada , para que de una vez ter­mine de corregir a todas las personas que, correctamente, la llaman Presi­dente.
El que mandó esto frustró a un grupo de hombres que se había juntado en de­fensa del género , ya habían firmado el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pe­diatro, el pianisto, el turisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el telefonisto, el gasisto, el trompestisto, el techisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto .....y el policío del es­quino............y el machisto !!! 

06 noviembre 2011

EL HOMBRE QUE PLANTABA LEONES

Hace un tiempo largo ya, andando sin trabajo, acudí a ver a un señor, duelo de una radio para pedirle que me dejase trabajar con él. El señor, que era dueño de una franqueza sin par me espetó: "a vos no te quiero ni gratis" lo cual era casi esperable, por que mis ideas de propalar determinados cantores, poetas o intérpretes, coincidía poco y nada con sus propias ideas, y, como él tenía una FM para difundir sus pareceres y no los míos, no lo tomé demasiado mal. Por el contrario, eso incrementó mi respeto por este señor que en pos de una radiofonía digna, en por de defender sus ideales y propagar sus principios empeñó mucho de su vida y muchos de sus bienes. Entonces me fui a casa, y le escribí una carta que empezaba asi:
Arnoldo, como una muestra de mi inefable respeto por tu accionar te regalo este escrito: 

EL HOMBRE QUE PLANTABA LEONES
Erase una vez un campesino que un día, en vez de frijoles, decidió sembrar leones en su campo.
-Pero, ¿qué sentido tiene cultivar leones? -decían sus vecinos.
-En el momento de la cosecha os daréis cuenta. -respondía nuestro campesino.
Llegó la primavera. Pero en su campo no crecieron leones sino co­nejos. Los vecinos no paraban de reír.
-No tiene frijoles , pero en compensación tiene conejos que le devo­ran todo lo que crece en su campo.
El hombre no se desanimó. El próximo año volvió a sembrar leones, y de nuevo co¬sechó conejos. La gente reía.
Con el pasar de los años el asunto dejó de ser divertido. Parecía normal que en aquella aldea en que todos plantaban cosas útiles y comestibles, hubiese un excéntrico que sembraba leones y cose­chaba conejos.
Cuando el campesino murió, su hijo heredó el campo y sembró leo­nes. Los vecinos empezaron a reír otra vez. Qué se puede creer!... Y sus carcajadas se volvieron burlo¬nas cuando la cosecha fue de conejos. 
Entonces el hijo comprendió que debía cesar. Plantó frijoles.
Los vecinos lo miraron con desprecio. Sacudiendo la cabeza sen­tenciaron:
-Su padre sí que era un hombre... sembraba leones. (*)

(*) Extractado de un reportaje y una nota a EUGENIO BARBA, Di­rector del Odin Teatret de Dinamarca. Traducción de Luis Masgrau, aparecido en LA MAGA del miércoles 22 de Noviembre de 1995. 
Tiempo después supe que Arnoldo Avena tenía esa carta en la sala de locución de su radio, la misma desde la cual hacía el programa "Arnoldo, la música, la calle". vaya desde acá este recuerdo sentido para este tipo que no me mintió. Lo cual le recuerdo una frase de Antonio Porchia: "Han dejado de mentirte, no de quererte; y a ti te parece que han dejado de quererte."
P.D. Creo que este texto ya fue publicado antes, pero nunca habia contado esa historia.

LOS CEMENTERIOS:


Los cementerios tienen esa particularidad de generar controversia; hay gente a la que se le crespa la piel y hay deudos que no pueden dejar de ir a visitar semanalmente a los que partieron antes. 

Hay otros (entre los que me cuento) que respetan el pueblo donde tienen sus muertos, y yo, particularmente, una parte importante de mis vivos. No pretendemos, desde el Grupo 3Photographos, ser originales en la elección de los cementerios como tema; sólo queremos mostrar nuestro punto de vista rescatando la belleza, tanto como el abandono, el dolor tanto como la resignación y hasta "la personalidad" que tienen los cementerios. Sé que suena difícil de digerir que los camposantos tengan esa particularidad, pero hemos descubierto que los hay alegres, cuidados, dispersos, poblados, nutridos; algunos te dan ganas de huir y otros de quedarte un rato en esa "pax".
Y no estoy hablando de los "parques de descanso" que no deja de ser un eufemismo, pero si a los que quedaron les sirve para arrimar un poco de consuelo, bienvenidos sean.

A mi, personalmente, me sirvió de gran consuelo dejar a la madre de mis hijos mayores en un sitio de sólo tierra, en la certeza de que a estas alturas, Silvia ya forma parte del paisaje.



Todo esto para contar que se avecina otra actividad del Grupo, y a guisa de muestra, aquí les dejo algunas obras. 
El Grupo 3Photographos (Amancay Martínez y Alfio Araujo) con un fotógrafo infitado, Juan Antonio Papagni, llevamos a cabo una muestra sobre MITOS Y DEVOCIONES POPULARES, en la Ciudad de San Rafael.
Les cuento una breve historia de quien fue Deolinda Correa la "Difunta Correa" cuyos altares fueron fotografiados por los fotógrafos antes mencionados: 

Cientos de botellas con agua son dejadas diariamente en los santuarios dedicados a la Difunta Correa que se encuentran en pequeños altares, oratorios y nichos en todas las rutas del país, desde Jujuy a Tierra del Fuego. Agua para una mujer que murió sed en medio de un desierto de arena y piedra allá por 1841. Cuenta la historia y la leyenda que cuando su marido fue tomado prisionero en medio de los conflictos entre unitarios y federales, Deolinda Correa con su pequeño hijo en brazos partió en su búsqueda bajo el calcinante sol de la "travesía sanjuanina" (como denomina a este desierto Domingo F. Sarmiento en su obra Recuerdos de Provincia).
Pero la sed y el cansancio pudieron más que su voluntad, y murió en las cercanías de Caucete. Dicen que antes de morir invoca a Dios para que salve a su pequeño hijo. Y el milagro se produjo. Tres días después, unos arrieros atraídos por el llanto de un niño descubren el cadáver de Deolinda y al pequeño alimentándose de los pechos milagrosamente vivos. Los hombres le dieron sepultura y se llevaron al niño. Años más tarde, otros arrieros que estaban buscando infructuosamente unos animales perdidos, al ver la tumba imploraron su ayuda y la Difunta respondió al pedido. Así comienza un culto que lleva casi 160 años y que continúa creciendo.


Y sobre el Gauchito Gil:  

La pregunta no respondida es si es un mito, una leyenda o un santo, pero lo único realmente cierto es que forma parte de la cultura popular, del "santoral profano" o sea que no es un santo reconocido por la iglesia, pero si es reconocido por gran parte de la población que los días 8 de febrero se acercan a su tumba (cerca de 100.000 personas) para rendirle homenaje.
Se dice que su nombre verdadero seria Antonio Mamerto Gil Núñez o Antonio Gil.
Se dice también, que pertenecía a los colorados –por eso se ven banderas coloradas en su santuario–, y que era una persona buena y siempre dispuesta a ayudar y que fue un héroes en la guerra con el Paraguay
Hasta aquí es lo que se sabe de su historia en forma oral.
Les cuento el paso a paso para hhacer un santuario para Antonio Mamerto Gil; las instrucciones y la ofrenda:

Hacer una capilla y colocar en el interior una imagen del gauchito Gil. Poner en el frente de la capilla dos cañas tipo tacuara con lienzos rojos, pues el gauchito Gil era federal.
Encender los veinte días de cada mes un velón rojo y pedirle lo que se desea.
Como ofrenda, cuando se haya cumplido la petición, poner en la capillita una flor roja.



19 mayo 2011

HOY SALÍA DE GIRA ANIBAL "PICHUCO" TROILO

Tras la muerte de Homero Manzi, una noche interrumpió un juego de Bacarat se aisló en una habitación para componer en un rato su obra Responso, un lamento que está catalogado como uno de los tangos más brillantes de todas las épocas. Lo grabó pero luego se negaba a tocarlo. Lo ha hecho a pedido del público, pero se sabe que sufría cuando lo hacía. 
Toda una elegía para un poeta. Un cariñoso recuerdo para el Gordo Pichuco

05 mayo 2011

MANIFIESTO DEL NUEVO CANCIONERO

Contexto cultural
El Movimiento del Nuevo Cancionero se produjo en un contexto cultural sig¬nado por el llamado "boom del folklore" en la Argentina, proceso derivado de la gran migración interna que venía sucediendo desde mediados de la década de 1930.
 El Manifiesto El 11 de febrero de 1963, en el Círculo de Periodistas de Men¬doza, Tito Francia, Juan Carlos Sedero, Oscar Matus, Armando Tejada Gómez, Pedro Horacio Tusoli, Mercedes Sosa y Víctor Nieto, todos artistas mendocinos o radicados en Mendoza, dieron a conocer el manifiesto de fundación del mo¬vimiento del Nuevo Cancionero.

El Manifiesto sostiene parte de la siguiente constatación programática:
La búsqueda de una música nacional de contenido popular, ha sido y es uno de los más caros objetivos del pueblo argentino.
Una vez instalado en el contexto de la música popular, el Manifiesto cuestiona la falsa oposición tango-folklore:

Entonces, se perpetró la división artificial y asfixiante entre el cancionero po¬pular ciudadano y el cancionero popular nativo de raíz folklórica. Oscuros inter¬eses han alimentado, hasta la hostilidad, esta división...
El Movimiento Nuevo Cancionero sostiene la necesidad de un cancionero inte¬grado común:
Hay país para todo el cancionero. Sólo falta integrar un cancionero para todo el país.
Luego de reconocer como "raíces del Nuevo Cancionero" a Buenaventura Luna y Atahualpa Yupanqui, destaca el auge que estaba viviendo el folklore y busca definir su sentido:
Nosotros afirmamos que este resurgimiento de la música popular nativa, no es un hecho circunstancial, sino una toma de conciencia del pueblo argentino... Que no le escamoteen ni al artista ni a su pueblo, esta toma de conciencia, es lo que se propone el NUEVO CANCIONERO.

Finalmente, el Manifiesto responde a la pregunta "¿qué se propone el Nuevo Cancionero?":
“...la integración de la música popular en la diversidad de las expresiones re¬gionales del país...
La participación de la música típica popular y popular nativa en las demás artes populares...
Rechaza a todo regionalismo cerrado...
Se propone depurar de convencionalismos y tabúes tradicionalistas a ultranza, el patrimonio musical...
Desechará... toda producción burda y subalterna que, con finalidad mercantil, intente encarecer tanto la inteligencia como la moral de nuestro pueblo...
Buscará la comunicación, el diálogo y el intercambio con todos los artistas y movimientos similares del resto de América...
Concluyendo:
EL NUEVO CANCIONERO luchará por convertir la presente adhesión del pue¬blo argentino hacia su canto nacional, en un valor cultural inalienable. Afirma que el arte, como la vida, debe estar en permanente transformación y por eso, busca integrar el cancionero popular al desarrollo creador del pueblo todo para acompañarlo en su destino, expresando sus sueños, sus alegrías, sus luchas y sus esperanzas.

 Los integrantes originales Los firmantes del Manifiesto fueron Tito Francia, Oscar Matus, Armando Tejada Gómez, Mercedes Sosa, Víctor Gabriel Nieto, Martín Ochoa, David Caballero, Horacio Tusoli, Perla Barta, Chango Leal, Graciela Lucero, Clide Villegas, Emilio Crosetti y Eduardo Aragón.

Al lanzamiento del movimiento también adhirieron muchos otros artistas men¬docinos, como el escritor Antonio Di Benedetto y el pintor Carlos Alonso. Más adelante el movimiento adquiriría carácter nacional y latinoamericano.

Canciones con fundamento
Poco antes de difundir el Manifiesto, Mercedes Sosa había lanzado su primer álbum, "La voz de la zafra" (1962); y en 1965 lanzó el segundo, "Canciones con fundamento". Ambos álbumes pasaron desapercibidos y La Negra alcanzaría la consagración ese mismo año de 1965, cuando Jorge Cafrune tuvo el gesto de pedirle que suba al escenario y cantara en el Festival de Cosquín. Sin em¬bargo, en esos dos álbumes originales ya estaba presente la esencia del Nuevo Cancionero, que Mercedes Sosa mantendría en adelante. En 1969, con la grabación y la difusión mundial de "Canción con todos", de Tejada Gómez e Isella, hasta convertirse en el virtual Himno de América Latina, el movimiento alcanzaría uno de sus momentos culminantes.

Entre las canciones históricas: "El viejo Matías" (V. Heredia), "Fuego de Ani¬maná", "Sólo le pido a Dios" (L. Gieco), "Canción de cuna para despertar a un gobernante" (M. E. Walsh), "María vá" (A. Tarragó Ros), "Zamba para no morir" (H. Lima Quintana- N. Ambros - A. Rosales), "Zamba azul" ( A. T. Gómez-Tito Francia), "Balderrama" (Leguizamón-Castilla), "Todavía cantamos" (V. Here¬dia), "Pastor de nubes" (Castilla-Portal).

Adhesiones
El movimiento del Nuevo Cancionero se difundiría fuertemente por todo el país durante las siguientes dos décadas. En 1964, Tejada Gómez, Matus y Mercedes Sosa se instalaron en Buenos Aires, y -especialmente el primero- promovieron apasionadamente sus lineamientos. Ese año presentaron su espectáculo en un recital histórico en el Teatro IFT.

En los años siguientes y hasta el golpe de Estado de 1976, muchos artistas argentinos confluyeron en el mismo renovando la canción argentina, como Hamlet Lima Quintana, César Isella, Víctor Heredia, León Gieco, el Cuarteto Zupay, Chango Farías Gómez, Marián Farías Gómez, Los Trovadores, el Grupo Vocal Argentino, el Quinteto Tiempo, Ramón Ayala, Las Voces Blancas, Dino Saluzzi, Jorge Marziali, Horacio Guarany, Opus Cuatro, Antonio Tarragó Ros, Enrique Llopis, el Cuchi Leguizamón, Manuel J. Castilla, el Dúo Salteño, los Hermanos Núñez, Julio Lacarra, etc.

César Isella cuenta ese momento del siguiente modo:
En 1963, con Los Fronterizos, habíamos ido a Mendoza y habíamos conocido en un mismo día a Atahualpa Yupanqui y a Armando Tejada Gómez, Oscar Matus, el pintor Carlos Alonso, Tito Francia, y a una flaquita tucumana, la mujer de Matus, Mercedes Sosa. Me sorprendió mucho el repertorio que ellos canta¬ban, era diferente a lo que conocía, tanto melódica como poéticamente. Le agregaban contenido a una música que hasta entonces era sólo descriptiva. Ese sonido nuevo me maravilló, y me agarré un metejón con ellos.
Cesar Isella

Oposiciones
La propuesta de Nuevo Cancionero generó también posiciones fuertemente opuestas, generalmente bajo el argumento de "eso no es folklore".

Fuente: Wikipedia : http://es.wikipedia.org/wiki/Nuevo_Cancionero

LA VELETA Y EL VIENTO


Como el mundo es redondo, se aconseja
no situarse a la izquierda de la izquierda,
pues, por esa pendiente, el distraído
suele quedar de pronto a la derecha.
Se han dado casos. Se repiten tanto
en estos tiempos de confusa urgencia,
que el que quiere cambiar la flor de mano
debe ejercer la ciencia y la paciencia.
Pero no en breves raptos o relámpagos
ni a palos con el águila agorera,
tampoco en conversadas salamancas
de sexo y saxo y de pilosa niebla.
Esas raras maneras del hartazgo
suelen ser distracciones pasajeras,
síntoma tipo de que el ocio endémico
sustituye la historia por la histeria.

Hay que ser consecuente con la furia!
Escoger entre el viento y la veleta.
  
Armando Tejada Gómez

01 mayo 2011

POBRE LA PARCA (ii)

(CREO QUE ASI SE LLAMA EL POEMA)

Ayer paso apurada
toda de negro,
grácil y glamorosa.
La piel blanca y suave,
casi transparente.

Me quede frío
Cuando la vi de frente.
Dedos largos y delgados
como viejas cepas,
de fincas abandonadas.

Palos secos agrisados
por los siglos.
Adornados con
uñas gruesas y afiladas,
brillaban bajol sol
como cuchillas aceradas.

Los ojos hundidos
que no dicen nada,
me senté a mirarla.
Ya no da miedo,
ya no me espanta.

Me pregunte entonces
Que le pasa a la muerte
Que anda sola y triste
dando vueltas.
Sin saber donde
caerse muerta.
                                    Arkcangel

Él empezó Señorita... el Topo..!!


La cosa empezó con un escrito que me envió el Topo Fernández diciéndome si me animaba a incorporarlo a una foto mía. Acepté el desafío y salió esto


Eso hubiera sido todo si no me hubiesen recordado esas palabras un poema que recita Jorge Marziali. Aca dejo el link

http://youtu.be/-rnDnaZeS7Y

Pero me dije ¿por qué no contar lo que me parece la fuente de inspiración de Daniel Giribaldi, autor de la letra que canta el Jorge. Un poema de César Vallejos que se llama se llama 
PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA:


Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París y no me corro
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

--- 

Y el irreverente del Daniel Giribaldi escribió esto que se llama 
"El Velorio":


Me moriré en París, o en el carajo
un día jueves o, si no, un domingo,
en un bulín que está, si no le chingo,
cerca del Rin, el Paraná o el Tajo.

Espicharé a la gurda y no me rajo:
quizás tendré una cacharpaya en gringo
y allí el Jorge y el John, el Paul y el Ringo
tocarán... si andan flojos de trabajo.

Será un velorio piola, tendrá gancho...
Alguien dirá: "fue un punto divertido",
alguien, también, me llorará a lo chancho.
Y alguien que entrará sin hacer ruido
silenciará a los Beatles lo más pancho
y yo me iré con él, y yo me iré con el olvido".

30 abril 2011

Cuando tus manos salen, amor, hacia las mías...

http://www.goear.com/listen/58f4bf6/tus-manos-tu-palida-voz-laura-canoura-maria-grana
Tus manos

Cuando tus manos salen,
amor, hacia las mías,
qué me traen volando?
Por qué se detuvieron
en mi boca, de pronto,
por qué las reconozco
como si entonces, antes,
las hubiera tocado,
como si antes de ser
hubieran recorrido
mi frente, mi cintura?

Su suavidad venía
volando sobre el tiempo,
sobre el mar, sobre el humo,
sobre la primavera,
y cuando tú pusiste
tus manos en mi pecho,
reconocí esas alas
de paloma dorada,
reconocí esa greda
y ese color de trigo.

Los años de mi vida
yo caminé buscándolas.
Subí las escaleras,
crucé los arrecifes,
me llevaron los trenes,
las aguas me trajeron,
y en la piel de las uvas
me pareció tocarte.
La madera de pronto
me trajo tu contacto,
la almendra me anunciaba
tu suavidad secreta,
hasta que se cerraron
tus manos en mi pecho
y allí como dos alas
terminaron su viaje.

(...) "de algún violento amor; de amor... sin duda."

GUITARRA NEGRA
Introducción
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra... Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía... Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas... Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testi­gos, sin manos que te ofendan... Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos... Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas...
Allanamiento
Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa... Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido, cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí, cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas, cuando tenía dos no­vias, un lindo jopo, dos pares de zapatos, cuando no había televi­sión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador, esa novela canallesca escrita por un loco... Hoy anduvo la muerte entre mis li­bros buscando mi pasado, buscando los veranos del 40, los mucha­chitos bajo la manguera, las siestas clandestinas, los plátanos del barrio, asesinados, tallados en el alma... Hoy anduvo la muerte revi­sando mi abono del tranvía, mis amigos, sus nombres, las noches del Café Montevideo, las encomiendas por la Onda con olor a es­tofado, revisando a mi padre, su Berreta, su Baldomir, revisando a mi madre, su hemiplejia, al Uruguay batllista, a Arístides querido, a mis anarcos queridos bajo bandera, bajo mortaja, bajo vinos y ver­sos interminables... Hoy anduvo la muerte revisando los ruidos del teléfono, distintos bajo los dedos índices, las fotos, el termómetro, los muertos y los vivos, los pálidos fantasmas que me habitan, sus pies y manos múltiples, sus ojos y sus dientes, bajo sospecha de subversión... Y no halló nada... No pudo hallar a Batlle, ni a mi pa­dre, ni a mi madre, ni a Marx, ni a Arístides, ni a Lenin, ni al Príncipe Kropotkin, ni al Uruguay ni a nadie... ni a los muertos Fernández más recientes... A mí tampoco me encontró... Yo había tomado un ómnibus al Cerro e iba sentado al lado de la vida... Pasé frente al Nocturno y la vida había pintado unos carteles... Pregunté en una esquina por la hora, y en la bolsa del hombre que me dijo la hora iba la vida, junto con su almuerzo... Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa abiertas... y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... la noche entrará, cabe­ceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... y se echará en el piso como un perro... y aguardará hasta la madru­gada... Hoy... dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre...
La casa
Mi corazón está mejor sitiado que mi casa... mi casa, más cercada que mi barrio... mi barrio, cercado por mi Pueblo... En mi barrio vive el Presidente, cercado por un muro casi derrumbado...


Uruguay for export
Temblando, con el frontal partido por el marrón, por el marronero, cae sobre sus costillas, pesada como un mundo, la res... Cae con estrépito, de bruces sobre el cemento... balando al descuajarse su osamenta, ya sólo un pobre costillar enorme, ya sólo un pobre cuero y sangre, media tonelada de huesos astillados, hincados en toda esa vida temblorosa y atónita... Ahí se va alzando, como un pesado pingajo, atrapada por la pata por un gancho que le salta arriba, que la alza por un ojal abierto en el garrón de un cuchillazo en plena estupidez sentimental, en plena media tonelada de mons­truoso dolor, incomprensible, absurdo, balando, plañidera y tonta, como un escarabajo que no piensa, mientras medita lentamente por qué duele tanto y por qué duele qué parte de quién que es ella misma, la res, abierta al descuartizamiento atroz por todas partes, que nunca habían dolido y que eran tantas partes, tan extensas... y que pastando nunca habían dolido... haciendo leche, esperma, músculos, crin y cuero y cornamenta viva, que eran la vida misma manando hacia sus adentros, vibrando tiernamente como un sol cá­lido hacia sus adentros... y nunca habían dolido... Ya está colgada... Las patas delanteras se enderezan, se endurecen y avanzan hacia adelante y hacia arriba, implorantes y fatalmente rígidas, rematadas en cortas pezuñas que hace un instante amasaban el barro del co­rral, el estiércol de otros cien balidos, dinosaurios del siglo de las máquinas, nacidos para morir de un marronazo... Ahora ya es carne azul colgada en la heladera: "Uruguay for export"... Aquella res, que murió de un marronazo, cayó y tembló todo el frigorífico... Aquella otra res que recibió el marronazo en plena frente, de dos dedos de espesor, mientras entraba al tubo desconfiando porque allí no había pasto, alcanzó a comprender que había otra res delante, balando, que ya se la llevaba el gancho... y cayó detrás, también, y el ce­mento tembló bajo esos huesos... Aquella otra res, que esquivó el marronazo y que cayó también, con un ojo reventado y una guampa partida, deshecha, también cayó y tembló la tierra, tembló el ma­rrón, tembló el marronero; la res, murió temblando de dolor y de miedo... de un marronazo en plena frente "for export" del Uruguay...
Flor show (por vals)
En la punta del agua... una flor blanca, luminosa, de quince dólares, se hace chispa, se abulta, se diluye, chorrea entre otras flores más pequeñas, llora, se agita, la catapulta el chorro de agua y sube como bola en el aire... Está naciendo siempre, mientras el agua canta en esa fuente de la boîte... Entre aplausitos, al compás de la orquesta, blanda flor blanca, acuosa, nostalgiosa en el aire... subida en los aplausos como espitada, hendida, empitonada... gime y llora en la noche, tira estrellas bailando bajo el humo, renace, llora por el chorro azul-blanco de la fuente como si fuera planta que la cría -y que no es-... y sin embargo, así seguirá abriéndose, muriendo, hin­chándose y flotando, mientras duren la noche, su belleza infantil de ingeniería, su blando corazón bajo el foquillo fijo y lechoso... el gringo, el chorro de agua a precio, el aire de importación, esas hembras, el mozo, esos señores...
Mis alas
Hace un buen rato ya que doy trabajo y vengo acostumbrándome al desuso de mi alma, a la razón del enemigo, a mis sesenta cigarrillos diarios, a las malas costumbres de mis canciones, que de algún modo siempre fueron nuestras, vos lo sabés, Guitarra Negra... Hoy reanudo en un cómico enderezo la hora de ayer parada en su nos­talgia… Me hacen sufrir las alas que me puse para volar, mas grito y se alzan, gimo y me acompañan, río y baten de a dos, como que están amándose y se odian sin embargo mis dos alas... se odian, se enderezan, se hacen amigas mías para llevarme por todas partes: allá está la canción, aquí la nada... más allá el Pueblo y más acá el Amor... Pero el Pueblo está también más acá... y antes estaba allá también, detrás del Pueblo el Pueblo... Hemos viajado por todos mis caprichos y el Pueblo osando (sic) el piso, amándose con alas como las mías... odiando su destino, odiándome y amándome sin alas, con millones de pies, con manos y cabezas y lenguas... y sus mil bocas dicen: "ahora, la suerte ya está echada..."
La mariposa
La mariposa viene hacia mí en la calle, en el aire húmedo, por el aire húmedo bailando, por el aire agobiante, ominoso, bailando en el aire caliente... y yo vi que no era a mí a quien buscaba sino a la muerte... y que no buscaba la muerte también vi, porque no era ma­riposa de la ciudad de hierro, ni nacida para eso... sino que era ma­riposa nada más, en la ciudad, presa y ya muerta de antemano, fa­talmente... buscando en ese bailar loco y frágil un ala, un grano, una pizca de polen en el cemento... Porque la mariposa nace y no aprende nada hasta que muere en cualquier sitio, herida de muerte por su semana justa, por su tiempo preciso, por su sorbito de vida ya bebida... Eso no es tan triste... triste es ver su cadena de huevos en el hollín, depositados junto a un río de aceite, a la sombra de las altas paredes de cemento... Su cadena de huevos de seda...

Hago falta
Hago falta... yo siento que la vida se agita nerviosa si no compa­rezco, si no estoy... Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera... Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado... falta mi cara en la gráfica del Pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo... los ojos míos en la contemplación del mañana... mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos.

Exhortación y propósitos
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra, guitarra negra... Dice Enrique, mi hermano, que hay cierto perro hundido que se lame mansamente y nos lame, lamiéndose, una herida quieta allá al fondo, sentado en su escalón... Y dice más mi hermano el otro Enri­que, en Praga: dice que amarte con certeza, hacerte enteramente hembra, darte lo que de vida tengan mis urgencias, será amar más y más a Jaime; amarlo, más de veras... por su alma, su propio perro mordedor bajo el garrote, el cable, el puñetazo, la bolsa de arpillera, el plantón y el insulto... la olvidada mejilla que no ponen ni él ni na­die a golpear... sino con hambre y Rita y José Luis, por Gerardo y Raúl y Rosa y Sara y Mauricio... y por todos nuestros muertos... Y he sabido, guitarra, que este otro perro que criaste, ladrador, cam­pesino, a veces manso o vigilante, que roe su propio hueso en la penumbra y gruñe... cual casi todo perro popular, vagará por tus anchas veredas, tus milongas sangrantes... hasta morir también... tal vez un día... de soledad y rabia... de ternura... o de algún vio­lento amor; de amor... sin duda.
(Los títulos de cada texto, así como el género al que pertenece la obra, son los de la edición de 1985. En la primera edición [1977] las partes que la componen son presentadas por su autor como "contracanciones", género particular creado por él mismo para definirlas, ante su imprecisa ubicación con­ceptual, musical y literaria. En esa edición los textos, cuyos fragmentos no llevan título alguno, se encuentran agrupados en 3 partes: La I incluye desde Introducción a Uruguay for ex­port, la II es Flor show, y la III las cuatro restantes. Asimismo, la puntuación empleada es la que aparece en la misma edi­ción de 1977, habiéndose salvado los errores evidentes, tanto ortográficos como de fidelidad del texto).
(1972-1977)
fuente:
escuchar



29 abril 2011

ELLA SENTIPENSABA DE ESTE MODO

NO LLORES SI ME AMAS

Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo...
Si pudieras oír el cántico de los ángeles
y verme en medio de ellos
Si pudieras ver con tus ojos los horizontes,
los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso...
Si pudieras por un instante,
contemplar como yo la belleza
ante la cual los astros palidecen...

Créeme: cuando la muerte venga a romper tus ligaduras
como ha roto hoy las mías.
Cuando  un día que Dios ha fijado y conoce,
tu alma venga a este cielo en que te he precedido
Ese día volverás a verme, y encontrarás mi corazón
que te amó y te sigue amando, con todas sus ternuras
purificadas.
Volverás a verme, pero transfigurado y feliz.
Avanzando por los senderos de la luz y de la vida.
Bebiendo a los pies de Dios un néctar
del cual nadie se saciará jamás.
Por eso: NO LLORES SI ME AMAS.

San Agustín

Hoy festejo el nacimiento Silvia, la mamá de mis primeros hijos: María Paloma y Alfio Martín


28 abril 2011

"(..) sabría quién soy en esta tarde rara"

http://youtu.be/RVF6t_hLWpg



Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que sólo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden

las albas a su afán. En vano el día
les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)
muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente
y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.

Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas;
otro ya recibió en otras borrosas
tardes los muchos libros y la sombra.

Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.

¿Cuál de los dos escribe este poema
de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?

Groussac o Borges, miro este querido
mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga
que se parece al sueño y al olvido.

 Poema de los Dones
de Jorge Luis Borges


27 abril 2011

PARA TODOS Y TODAS

La verdad que me choca, se me hace difícil de escuchar cuando nuestra primera mandataria agradece a todos y a todas. Y más cuando pretende cambiar el idioma de Cervantes en una postura ridiculamente machista, que apoyan un sin fin de mujeres medio cegatas en esto de querer ver insistentemente un gesto de dominación por parte de los hombres mediante el idioma. Asi se hace llamar "presidenta" olvidando o desconociendo que en el en español existen los participios activos como derivados verbales. 
El participio activo del verbo atacar, es atacante. El de sufrir, es sufriente. El de cantar, es cantante. El de existir, existente. ¿Cuál es el participio activo del verbo ser? El participio activo del verbo ser, es 'el ente'. El que es, es el ente. Tiene entidad. Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final 'ente'. Por lo tanto, la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, independientemente del sexo que esa persona tenga. 
Se dice capilla ardiente, no ardienta. Se dice estudiante, no estudianta. Se dice paciente, no pacienta. Se dice dirigente y no dirigenta. La Sra. Cristina Fernández de Kirchner no sólo hace un mal uso del lenguaje por motivos ideológicos, sino por ignorancia de la gramática de la lengua española. 
Pasemos el mensaje a todos nuestros conocidos argentinos con la esperanza que el mismo llegue finalmente a la Casa Rosada , para que de una vez termine de corregir a todas las personas que, correctamente, la llaman Presidente. 
El que mandó esto frustró a un grupo de hombres que se había juntado en defensa del género , ya habían firmado el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el turisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el telefonisto, el gasisto, el trompestisto, el techisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto .....y el policío del esquino............y el machisto !!! 
Pero claro, nuestra Señora presidenta que presume de haber sido una estudianta inteligenta, ha decidido dejar tamgién su impronta en el idioma de Cervantes. 

A MI HERMANO

A los hermanos que me dió la vida y las hermanas que me dió la vida.
Paso lista: La Mely, Fiorella, Pelusa, el Chito, Alberto Anzorena, El Juan (que se le fue al Walter) y siguen firmas. Gente: nos veremos algún día.

A MI HERMANO MIGUEL (In memoriam)

Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa,

Donde nos haces una falta sin fondo!

Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mama

Nos acariciaba: "Pero, hijos..."

Ahora yo me escondo;

Como antes, todas estas oraciones

vespertinas, y espero que tu no des conmigo.

Por la sala, el zaguán, los corredores.

Después, te ocultas tu, y yo no doy contigo.

Me acuerdo que nos hacíamos llorar,

Hermano, en aquel juego.

Miguel, tu te escondiste

Una noche de agosto, al alborear;

Pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.

Y tu gemelo corazón de esas tardes

extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya

Cae sombra en el alma.

Oye, hermano, no tardes

en salir. Bueno? Puede inquietarse mama.

Cesar Vallejo

http://www.youtube.com/watch?v=wlIAkJr5Bwc