08 noviembre 2011

SÓLO LUZ

Una de las obras preferidas del alfio



http://youtu.be/nZvvAlm1B2I

Carta a perdiguero - Albérico Mansilla
Don César, viera el otoño
Cómo ha puesto a Mendiolaza
Desnuda de sombra está
La arboleda de la casa.

El sol en las altas moras
Desnuda su tibio alarde
Y horneritos de papel
Pintan la paz de la tarde

Estribillo
Cuando quiera estar de vuelta,
Ni me avise, no hace falta,
Si se acuerda, tráigase
Ese vinito de Salta
Un abrazo, acuérdese
de ese vinito de Salta.

La tarde es de cobre antiguo,
Cuando el sol anda en los cerros.
Después, hasta el aire es gris
Triste y gris como el destierro.

Ni la acequia canta ahora
La vidala de su arrullo.
Y está más seco el cardón
Que traje de Chañar Muyo.

Al Estribillo
Letra de Albérico Mansilla
Musica de Dino Saluzzi

El Seclanteño. ¿QUÉ VERSIÓN...!!!
Esta baguala siempre me gustó. Sobre todo esta versión cuando Raúl Carnota y Suna Rocha, además de hacer una hija (Guadalupe) hacían estas cosas y los acompañaban nada menos que Eduardo Espinasi y el inefable Rodolfo Sánchez. No se la pierdan. Tómense una par de minutos para escuchar todo. PERO TODO, no solo las voces. Todo: el piano y la percu. De nada

http://youtu.be/BHcMSlbYvHM

¿POR QUÉ QUERER CAMBIA EL IDIOMA..?


¿Presidente o presidenta? En español existen los participios activos como deri­vados verbales. El participio activo del verbo atacar, es atacante. El de sufrir, es sufriente. El de cantar, es cantante. El de existir, existente.
¿Cuál es el participio activo del verbo ser?
El participio activo del verbo ser, es 'el ente'. El que es, es el ente. Tiene enti­dad. Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota ca­pacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final 'ente'. Por lo tanto, la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, inde­pendientemente del sexo que esa persona tenga.
Se dice capilla ardiente, no ardienta. Se dice estudiante, no estudianta. Se dice paciente, no pacienta. Se dice dirigente y no dirigenta.
La Sra. Cristina Fernández de Kirchner (todos los que se le acoplan) no sólo hace (hacen) un mal uso del lenguaje por motivos ideológicos, sino por igno­rancia de la gramática de la lengua espa­ñola.
Pasemos el mensaje a todos nuestros cono­cidos argentinos con la esperanza que el mismo llegue finalmente a la Casa Rosada , para que de una vez ter­mine de corregir a todas las personas que, correctamente, la llaman Presi­dente.
El que mandó esto frustró a un grupo de hombres que se había juntado en de­fensa del género , ya habían firmado el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pe­diatro, el pianisto, el turisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el telefonisto, el gasisto, el trompestisto, el techisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto .....y el policío del es­quino............y el machisto !!! 

06 noviembre 2011

EL HOMBRE QUE PLANTABA LEONES

Hace un tiempo largo ya, andando sin trabajo, acudí a ver a un señor, duelo de una radio para pedirle que me dejase trabajar con él. El señor, que era dueño de una franqueza sin par me espetó: "a vos no te quiero ni gratis" lo cual era casi esperable, por que mis ideas de propalar determinados cantores, poetas o intérpretes, coincidía poco y nada con sus propias ideas, y, como él tenía una FM para difundir sus pareceres y no los míos, no lo tomé demasiado mal. Por el contrario, eso incrementó mi respeto por este señor que en pos de una radiofonía digna, en por de defender sus ideales y propagar sus principios empeñó mucho de su vida y muchos de sus bienes. Entonces me fui a casa, y le escribí una carta que empezaba asi:
Arnoldo, como una muestra de mi inefable respeto por tu accionar te regalo este escrito: 

EL HOMBRE QUE PLANTABA LEONES
Erase una vez un campesino que un día, en vez de frijoles, decidió sembrar leones en su campo.
-Pero, ¿qué sentido tiene cultivar leones? -decían sus vecinos.
-En el momento de la cosecha os daréis cuenta. -respondía nuestro campesino.
Llegó la primavera. Pero en su campo no crecieron leones sino co­nejos. Los vecinos no paraban de reír.
-No tiene frijoles , pero en compensación tiene conejos que le devo­ran todo lo que crece en su campo.
El hombre no se desanimó. El próximo año volvió a sembrar leones, y de nuevo co¬sechó conejos. La gente reía.
Con el pasar de los años el asunto dejó de ser divertido. Parecía normal que en aquella aldea en que todos plantaban cosas útiles y comestibles, hubiese un excéntrico que sembraba leones y cose­chaba conejos.
Cuando el campesino murió, su hijo heredó el campo y sembró leo­nes. Los vecinos empezaron a reír otra vez. Qué se puede creer!... Y sus carcajadas se volvieron burlo¬nas cuando la cosecha fue de conejos. 
Entonces el hijo comprendió que debía cesar. Plantó frijoles.
Los vecinos lo miraron con desprecio. Sacudiendo la cabeza sen­tenciaron:
-Su padre sí que era un hombre... sembraba leones. (*)

(*) Extractado de un reportaje y una nota a EUGENIO BARBA, Di­rector del Odin Teatret de Dinamarca. Traducción de Luis Masgrau, aparecido en LA MAGA del miércoles 22 de Noviembre de 1995. 
Tiempo después supe que Arnoldo Avena tenía esa carta en la sala de locución de su radio, la misma desde la cual hacía el programa "Arnoldo, la música, la calle". vaya desde acá este recuerdo sentido para este tipo que no me mintió. Lo cual le recuerdo una frase de Antonio Porchia: "Han dejado de mentirte, no de quererte; y a ti te parece que han dejado de quererte."
P.D. Creo que este texto ya fue publicado antes, pero nunca habia contado esa historia.

LOS CEMENTERIOS:


Los cementerios tienen esa particularidad de generar controversia; hay gente a la que se le crespa la piel y hay deudos que no pueden dejar de ir a visitar semanalmente a los que partieron antes. 

Hay otros (entre los que me cuento) que respetan el pueblo donde tienen sus muertos, y yo, particularmente, una parte importante de mis vivos. No pretendemos, desde el Grupo 3Photographos, ser originales en la elección de los cementerios como tema; sólo queremos mostrar nuestro punto de vista rescatando la belleza, tanto como el abandono, el dolor tanto como la resignación y hasta "la personalidad" que tienen los cementerios. Sé que suena difícil de digerir que los camposantos tengan esa particularidad, pero hemos descubierto que los hay alegres, cuidados, dispersos, poblados, nutridos; algunos te dan ganas de huir y otros de quedarte un rato en esa "pax".
Y no estoy hablando de los "parques de descanso" que no deja de ser un eufemismo, pero si a los que quedaron les sirve para arrimar un poco de consuelo, bienvenidos sean.

A mi, personalmente, me sirvió de gran consuelo dejar a la madre de mis hijos mayores en un sitio de sólo tierra, en la certeza de que a estas alturas, Silvia ya forma parte del paisaje.



Todo esto para contar que se avecina otra actividad del Grupo, y a guisa de muestra, aquí les dejo algunas obras. 
El Grupo 3Photographos (Amancay Martínez y Alfio Araujo) con un fotógrafo infitado, Juan Antonio Papagni, llevamos a cabo una muestra sobre MITOS Y DEVOCIONES POPULARES, en la Ciudad de San Rafael.
Les cuento una breve historia de quien fue Deolinda Correa la "Difunta Correa" cuyos altares fueron fotografiados por los fotógrafos antes mencionados: 

Cientos de botellas con agua son dejadas diariamente en los santuarios dedicados a la Difunta Correa que se encuentran en pequeños altares, oratorios y nichos en todas las rutas del país, desde Jujuy a Tierra del Fuego. Agua para una mujer que murió sed en medio de un desierto de arena y piedra allá por 1841. Cuenta la historia y la leyenda que cuando su marido fue tomado prisionero en medio de los conflictos entre unitarios y federales, Deolinda Correa con su pequeño hijo en brazos partió en su búsqueda bajo el calcinante sol de la "travesía sanjuanina" (como denomina a este desierto Domingo F. Sarmiento en su obra Recuerdos de Provincia).
Pero la sed y el cansancio pudieron más que su voluntad, y murió en las cercanías de Caucete. Dicen que antes de morir invoca a Dios para que salve a su pequeño hijo. Y el milagro se produjo. Tres días después, unos arrieros atraídos por el llanto de un niño descubren el cadáver de Deolinda y al pequeño alimentándose de los pechos milagrosamente vivos. Los hombres le dieron sepultura y se llevaron al niño. Años más tarde, otros arrieros que estaban buscando infructuosamente unos animales perdidos, al ver la tumba imploraron su ayuda y la Difunta respondió al pedido. Así comienza un culto que lleva casi 160 años y que continúa creciendo.


Y sobre el Gauchito Gil:  

La pregunta no respondida es si es un mito, una leyenda o un santo, pero lo único realmente cierto es que forma parte de la cultura popular, del "santoral profano" o sea que no es un santo reconocido por la iglesia, pero si es reconocido por gran parte de la población que los días 8 de febrero se acercan a su tumba (cerca de 100.000 personas) para rendirle homenaje.
Se dice que su nombre verdadero seria Antonio Mamerto Gil Núñez o Antonio Gil.
Se dice también, que pertenecía a los colorados –por eso se ven banderas coloradas en su santuario–, y que era una persona buena y siempre dispuesta a ayudar y que fue un héroes en la guerra con el Paraguay
Hasta aquí es lo que se sabe de su historia en forma oral.
Les cuento el paso a paso para hhacer un santuario para Antonio Mamerto Gil; las instrucciones y la ofrenda:

Hacer una capilla y colocar en el interior una imagen del gauchito Gil. Poner en el frente de la capilla dos cañas tipo tacuara con lienzos rojos, pues el gauchito Gil era federal.
Encender los veinte días de cada mes un velón rojo y pedirle lo que se desea.
Como ofrenda, cuando se haya cumplido la petición, poner en la capillita una flor roja.