Aunque esta no es la frase que identifica a esta película, sino la que justifica toda la filmografía de Armando Bo y que pertenece a "Carne" -- recordar la cara de Romualdo Quiroga parado en la puerta del camión frigorífico, extasiado pensando en lo que se le venía entre las carnes de la maravillosa Coca-- seguro que tendremos cantidad de frases (quotes, dicen en Hollyrock) que hemos recibido de labios de Isabel. Estoy yendo p'atrás, hasta las tardes de continuado que pasábamos en la época del secundario en los (mis) años sesenta. Imposible olvidar el cine Centenario (En Buenos Aires y San Juan, un poquito más allá, yendo hacia Rioja) o el Fantasio (este sí en la esquina de Las Heras y 9 de Julio, frente a Casa Arteta) -- Avalos, revise esto y dígame si están bien los datos-- o el Palace (frente a Godoy Cruz, casi en la Alameda). El Roxy vino después, y el Lavalle se inauguró con Lawrence de Arabia. Imposible olvidar los programas de dos o tres pelis de la Coca que nos hacían salir caminando como zombies con la vista nublada llevando en la memoria tanta catarata, selva, guarania, organito patético, por ahí algún bolero... y tetas.
Imposible separar mi adolescencia de los Beatles, el Eternauta, la CocaSarli, el Liceo Agrícola, Supercar, Las Heras 30 Benegas, 5/3 Centro Parque San José, una guitarra roja toda de nácar, el amplificador que zumbaba más fuerte de lo que sonaba la guitarra, Salvatore Adamo, Domenico Modugno, vooolaree, los bailes de 15, el Club YPF donde practicaba judo (¿?), Carlos Galea, Los Dixon, el Juan, el Compadre Quinteros, Estela Ribeiro, Qué profunda emocióoon recordar el aieeer, el Festival de San Remo, bronzatissima, guarda come dóndolo, Illia, que le decían tortuga, el Tía Vicenta, Misterix, el grito del canillita (turco) que pasaba por el barrio: "Los Ande Tempo Cuyooo, el Cerro de la Gloria, la rotonda del parque, el 21 de septiembre, el dólar a 86 pesos, el colectivo a 4,50, dieciocho de septiembre el día de la LV10 (leer pensando en el cantito), Renato Lavagna y "Lo importante es levantarse", (chan cha ra ran cha chan chan chaaan) elevediezquéhora es? (esta fue fácil porque todavía está), otra: "Y se va la mañana señora, eh?" con el vals Ilusión de mi vida, todavía ni siquiera cigarrillos, los sabañones, la película yeah yeah yeah en el Coliseo de la plaza de Godoy Cruz, Palito sonando por todos lados, los bailes con los Wawancó y yo con mis disquitos bajo el brazo (repudiado), Independiente Rivadavia... te venimos a cantar, el Club Villa Emilia con el frontón de pelota paleta y los bailes con típica y jazz y (después supe) una timba... química inorgánica con la vieja Galart, pantalón gris de franela (cómo picaba!), camisa blanca, corbata azul, blazer azul cruzado cuatro botones, derecho tres botones y ¡no cuatro botones ni charreteras!, "el pelo en la nuca no debe llegar al cuello de la camisa", ¡¿qué son esas modas beatles?!, el director Ingeniero Moyano desde su pedestal mirándonos con cara de orto (pero le gustaba la comedia musical y El Continental), la exhuberancia de la profe de castellano que nos encendía el coco y le decíamos Pochita Morfoni, la Galería Tonsa, la rotonda central con Rapsodia, todavía no estaba Dimensión 33 ni la Piazza, a la Kolton ya no iba nadie, Studio Uno, Mina (que había tenido un hijo de soltera) (ayayayayay), para el tiempo de cosecha que lindo se pone el pago, doña María Pérez que era la única de la cuadra que tenía teléfono, la Figueroa Alcorta todavía de tierra, don Ochi que regaba la calle con un balde grande atado con una soga para sacar el agua de la acequia... don Ochi gigante, colorao, llegaba hasta la otra vereda con el baldazo... los Caravels (nunca supe cómo se escribía) que tocaban canciones de los Beatles, G 7 que nunca me dejaron ir, el avión Caravelle que dejaba una estela blanca en el cielo... a mí me gusta volar (jingle de Aerolíneas)... el Hollywood Park la vuelta al mundo y el palacio de la risa... y el tren fantasma, los avioncitos para armar de Cuyo Hobbies, las vidrieras de navidad de Deniel, Chist! venga conmigo con García Lao, Mimí Tuler, al volver del Liceo ver desde lejos en la vidriera de Casa Galli (en la calle Necochea) que había llegado un nuevo disco de los Beatles, y un poquito más allá el Cine-Bar La Bolsa (reducto misterioso y terrible), el Film Andes y los muchachos de la barra metiéndose de noche a robar escudos y espadas de romanos para jugar (ya grandotes, pero igual), el taller de mi viejo don Giuseppe en el garage de casa, su olor a gas oil, el café y cigarrillos de doña Adriana, y el Dumont blanco y negro de ¡23 pulgadas!, la heladera Filbat celeste que tenía un oso polar, el día de la Aeronáutica (por noviembre) con la escuadrilla Cruz del Sur de aviones Sabre (descarte de la guerra de Corea)...
Me seguiré acordando de más cosas? Cosas que me hicieron, que me construyeron...
Grande la Coca, aparte de ser la Diosa de la adolescencia de la generación de mis hermanos de la vida, sos la que me trajo todo esto... aunque seguro que hay más.