Les cuento una breve historia de quien fue Deolinda Correa la "Difunta Correa" cuyos altares fueron fotografiados por los fotógrafos antes mencionados:
Cientos de botellas con agua son dejadas diariamente en los
santuarios dedicados a la Difunta Correa que se encuentran en pequeños altares,
oratorios y nichos en todas las rutas del país, desde Jujuy a Tierra del Fuego.
Agua para una mujer que murió sed en medio de un desierto de arena y piedra
allá por 1841. Cuenta la historia y la leyenda que cuando su marido fue tomado
prisionero en medio de los conflictos entre unitarios y federales, Deolinda
Correa con su pequeño hijo en brazos partió en su búsqueda bajo el calcinante
sol de la "travesía sanjuanina" (como denomina a este desierto
Domingo F. Sarmiento en su obra Recuerdos de Provincia).
Pero la sed y el cansancio pudieron más que su voluntad, y
murió en las cercanías de Caucete. Dicen que antes de morir invoca a Dios para
que salve a su pequeño hijo. Y el milagro se produjo. Tres días después, unos
arrieros atraídos por el llanto de un niño descubren el cadáver de Deolinda y
al pequeño alimentándose de los pechos milagrosamente vivos. Los hombres le
dieron sepultura y se llevaron al niño. Años más tarde, otros arrieros que
estaban buscando infructuosamente unos animales perdidos, al ver la tumba
imploraron su ayuda y la Difunta respondió al pedido. Así comienza un culto que
lleva casi 160 años y que continúa creciendo.
Y sobre el Gauchito Gil:
La pregunta no respondida es si es un mito, una leyenda o un
santo, pero lo único realmente cierto es que forma parte de la cultura popular,
del "santoral profano" o sea que no es un santo reconocido por la
iglesia, pero si es reconocido por gran parte de la población que los días 8 de
febrero se acercan a su tumba (cerca de 100.000 personas) para rendirle
homenaje.
Se dice que su nombre verdadero seria Antonio Mamerto Gil
Núñez o Antonio Gil.
Se dice también, que pertenecía a los colorados –por eso se
ven banderas coloradas en su santuario–, y que era una persona buena y siempre
dispuesta a ayudar y que fue un héroes en la guerra con el Paraguay
Hasta aquí es lo que se sabe de su historia en forma oral.
Les cuento el paso a paso para hhacer un santuario para Antonio Mamerto Gil; las instrucciones y la ofrenda:
Hacer una capilla y colocar en el interior una imagen del
gauchito Gil. Poner en el frente de la capilla dos cañas tipo tacuara con
lienzos rojos, pues el gauchito Gil era federal.
Encender los veinte días de cada mes un velón rojo y pedirle
lo que se desea.
Como ofrenda, cuando se haya cumplido la petición, poner en
la capillita una flor roja.
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