03 mayo 2010

Si equivocado estoy no digas nada

Hace mucho tiempo, casi desde mi pos adolescencia que conozco este poema de Carlos di Fulvio. Lo tenía en la memoria y lo recitaba parcialmente tratando de seguir el hilo del mismo, su ritmo, para alcanzar su totalidad. Nunca lo logré exitosamente; siempre me faltaban estrofas.
l fin, gracias a los amigos de La Monga (sitio que recomiendo visitar) lo encontré recitado por su autor y en una obra llamada "El Amigo", que -y perdón por la digresión- tiene una milonga que da título al vinilo que prometo compartir por que vale la pena. Sigo: el poema en cuestión se llama La Pena Del Vidalitero y tiene como fondo una selección de vidalas ejecutadas por el mismo Don Carlos Di Fulvio.
Aquí les dejo ambas cosas: el audio y el poema más abajo. Espero que lo disfruten. A mi me hace acordar, este tipo de aportes, a un antiguo trabajo que tenía en la radio: un programa llamado Amalgama al que añoro y para esa añoranza este blog (y uds, mis amigos que suelen visitarlo) me sirve de consuelo. Gracias por estar ahí.

Si equivocado estoy no digas nada

Yo soy el que enfrenta con la duda

y anda en un aire lento de guitarras

vidalitero pálido de música, vidalitero triste

hondero pampa solitario hasta el hueso

que en procura de un eco prisionero en la distancia

suelta palomas que no vuelven nunca.

Que no pueden volver, pues la guitarra

Tiene la voz conforme a la ternura

y sólo el que se acerca desentraña

la gravidez secreta de sus curvas.


Y el decir es dolor. Cada mañana

se despierta la voz joven y pura

y cada noche se duerme desgarrada

por la espina sutil de las preguntas.


Yo canto en el desierto. Nadie pasa cerca

de mis chilcales y de mis tunas.

Nadie se acerca tanto a mi guitarra

y que entibie sus palomas moribundas.

Y ya se me han perdido tantas cartas...

Las enseñé a volar una por una

y a la vuelta del tiempo he reencontrado

las cartas rotas y las alas truncas

no obstante, cuando pasa solitaria

la noche en la piragua de la luna

me encuentra siempre y siempre

retornando descarriadas palabras a su música


Recibí con el ser esta porfiada vocación

de alumbrar, honda y oscura.

No se me dio más luz que un solo rayo

y el dueño de la luz casi me alumbra.

Sin embargo camino, sin embargo

rescato, mi guitarra de las brumas

y me resigno a ser crucificado

siendo la cruz del sur martirio y brújula.


Tiene que ser así. Vamos andando.

De tantas cartas ha de haber una

que encuentre al fin la puerta del cercado

y entre a girar sin pausa y sin premura.

Bastará que una llegue. Mientras tanto,

peregrino en el tiempo de mi música,

proseguiré hasta el pie de las auroras a reclamar mi luz

Quiero hacer una canción fundamental

para los hombres que esperan mi canción.

He de hacer una.


Alguna vez sentí la melodía.

Alguna vez la presentí desnuda,

palpitando a orillas del silencio

como una estrella. Alguna vez. Alguna.


Pero esa vez... se la llevó el pampero.

El ronco viento pampa arreando lluvias

la alzó en el anca gris de la tormenta

y la violó en su toldería oscura.

Desde entonces la nombro

Desde entonces la llamo: estrella !!

Y no me alumbra.


Cómo entonces. Señor, conformarme

Con los bichos de luz de tus llanuras.

A veces, puesto en hombre, y de a caballo,

blasfemé con la voz de mi amargura.

Y a veces, en gurí, maté luciérnagas

por saber si es mi luz esa que ocultan.


Tengo entonces las manos luminosas

de asesinar la candidez sin culpas.

Ya soy más bien que un hombre, una luz mala.

Más que una concreción, soy una angustia.

Si equivocado estoy no digas nada.

Yo soy el que enfrenta con la duda

y anda en un aire lento de guitarras

vidalitero pálido de música, vidalitero triste

hondero pampa solitario hasta el hueso

que en procura de un eco prisionero en la distancia

suelta palomas que no vuelven nunca. Carlos Di Fulvio


3 comentarios:

gauchoguacho dijo...

Güenas y santas paisano: muchas gracias por tomarse el trabajo de publicar esta letra. La estaba buscando! Sólo que me quedé pensando en lo que dice: "Si equivocado estoy no digas nada..." Y tentado a callarme me decidí a acotarle que este "letrón" es de don Osiris Rodriguez Castillo (Uruguayo) lo demás es de el Maestro Di Fulvio. Un caluroso saludo y a su disposición pa lo que guste mandar.

Terra Nostra dijo...

Hola. Realmente a esta altura es una de mentira decir que este hermoso poema es de Nelsón di Fluvio.
No solo lo dice ''asi nomás'' sino que parece que se lo ha cadau.
Mi saludo, y viva Osiris.

Unknown dijo...

Efectivamente, también yo estuve creído que era de don Carlos Di Fulvio
al punto que lo envié, como propuesta, a un programa radial que, impactado
su conductor por esa letra, contactó a Di Fulvio quien lo primero que aclaró
fue que el no era el autor, sino que era de don Osiris Rodriguez Castillo,
de quien rescató otros temas motivos de su admiración por este extraordinario
autor Uruguayo a quien yo también admiro, aunque a él nada le sume jahh